El servicio de urología del Hospital Vithas Vigo está tratando la hiperplasia benigna de próstata con el sistema de hidroablación denominado Aquabeam. Esta técnica, que permite conservar la eyaculación en nueve de cada diez casos, es pionera en Galicia y la realizan los doctores Juan Dacal, Antón Zarraonandía y Manuel Ruibal, urólogos de Vithas Vigo.
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es un agrandamiento benigno de la próstata que provoca un deterioro en la calidad de vida del paciente al dificultar la salida de la orina e incluso padecer retención aguda, hematuria (sangre en la orina), infecciones de orina, cálculos de vejiga, divertículos y deterioro generalizado de la función renal.
De esta forma, Vithas Vigo se convierte en el primer y único centro de Galicia en incorporar a su cartera de servicios de cirugía robótica esta nueva técnica de hidroablación, que se suma a su tratamiento de enucleación prostática con láser Holmium, que también puede ser utilizada en hiperplasia benigna de próstata.
Aquablation
La hidroablación prostática robótica o Aquablation es “un tratamiento avanzado y mínimamente invasivo que utiliza la potencia del agua suministrada con precisión robótica para proporcionar alivio de la hiperplasia benigna de próstata de larga duración sin poner en riesgo al paciente”, según explica el Dr. Manuel Ruibal. “Es preciso, consistente y predecible, además de que proporciona alivio a largo plazo independientemente del tamaño de la próstata”, añade el doctor Juan Dacal, urólogo de Vithas Vigo y del grupo Suturo.
El doctor Antón Zarraonandía, urólogo de Vithas Vigo, explica que “cada próstata es única en tamaño y forma”, por lo que esta técnica “fue diseñada para personalizar su cirugía a su anatomía específica”. “Es el único procedimiento para HBP que integra ecografías con cistoscopio”, sostiene el doctor Zarraonandía. De esta forma, el cirujano puede ver toda la próstata en tiempo real, lo que le permite mapear qué partes de la próstata extirpar y qué partes evitar. Específicamente, este mapeo permite al cirujano evitar extirpar partes de la próstata que causan complicaciones irreversibles como disfunción eréctil u eyaculatoria e incontinencia.
Extirpación del tejido
“Una vez que se ha realizado el mapa quirúrgico, un chorro de agua controlado robóticamente a temperatura ambiente extirpa el tejido prostático que ha sido identificado”, explica Juan Dacal. Esta tecnología robótica minimiza el error humano durante la extirpación del tejido prostático, y asegura que este tejido se extirpe de forma precisa, consistente y predecible.
Entre las ventajas de esta técnica destaca el elevado nivel de precisión, la preservación de estructuras anatómicas responsables de la función eréctil y de la continencia urinaria, preserva la eyaculación anterógrada en 9 de cada 10 casos, posibilita tratar todos los tamaños de próstata, reduce la estancia hospitalaria sin sonda vesical en la mayoría de los casos, y facilita una rápida recuperación.
Minimiza errores humanos
“Es un tratamiento eficaz para la HBP que obtiene resultados funcionales excelentes en términos de micción, con mejoría rápida de los síntomas urinarios y una rápida recuperación y reincorporación a la vida cotidiana. De hecho, se suele requerir una hospitalización muy corta (media de 24-48 horas) recibiendo el paciente el alta médica sin sonda vesical”, señala Dacal.
Otra de las consecuencias directas de la gran precisión de Aquabeam está en que minimiza cualquier hipotético error humano; al tiempo que preserva las estructuras anatómicas responsables de la función eréctil y de la continencia urinaria. Esto se debe a su exactitud milimétrica y el tipo de energía empleada que es agua a temperatura ambiente, por lo que no se produce ningún daño térmico de estructuras vecinas. De esta forma, se consiguen resultados funcionales que proporcionan una mejoría rápida de los síntomas urinarios y pronta recuperación y reincorporación a la vida cotidiana.