Los hongos proliferan en verano. Como a nosotros, les gusta el calor. Unido a la humedad y el sudor, al mínimo descuido, se desarrollan sin pudor por nuestro cuerpo y se vuelven muy difíciles de eliminar.
En verano vamos a la playa, a la piscina y en general disfrutamos más de nuestro tiempo libre. Nos movemos más, hacemos excursiones por el campo… y sudamos la gota gorda disfrutando del buen tiempo.
Teniendo en cuenta que la humedad, el calor y el sudor son los tres factores que ayudarán a los hongos a asentarse y prosperar en nuestra piel en forma de infección, no es de extrañar que las infecciones micóticas, otra forma de llamar a las infecciones por hongos, se multipliquen durante esta época del año.
Las zonas del cuerpo donde se da con más frecuencia la infección por hongos son los pies, la espalda y la zona genital, tanto masculina como femenina.
En los siguientes puntos vamos a tratar de resumiros las principales cosas que todos debemos saber para enfrentarnos a los hongos con garantías.
El hongo es un organismo con muchas características propias, cuando éramos pequeños estaban en el reino de las plantas pero con el tiempo los científicos han decidido que los hongos forman en sí mismos un reino propio.
Fungi llaman al reino de los hongos en los libros de primaria de nuestros hijos.
Los hongos y los seres humanos convivimos en bastante armonía. Algunos hongos los cultivamos y nos los comemos, otros nos proporcionan levadura y otros más tóxicos nos pueden hacer alucinar o incluso matarnos.
En el caso de los hongos que viven en nuestra piel y en nuestro interior; sobre todo en nuestro sistema digestivo y genital, lo normal es que vivamos en simbiosis. Cuando el equilibrio se rompe se produce la infección.
Cuando sometemos a la piel a un exceso de humedad podemos favorecer la aparición de infecciones por hongos. Si además sumamos calor podemos crear el caldo de cultivo perfecto para que proliferen.
El clotrimazol es un principio activo que funciona muy bien, impidiendo el crecimiento del hongo en cuestión a base de romper sus paredes celulares.
Este principio activo lo podemos encontrar en la farmacia en diferentes presentaciones en función de la localización del hongo en nuestro cuerpo. Lo tenemos en:
– cremas de aplicación tópica
– polvos
– solución para pulverización de la piel
– cremas vaginales
– comprimidos vaginales
Si tenemos la infección en el pie debemos saber que las más comunes son el pie de atleta y la tiña de uña.
Si tenemos la infección en la espalda la trataremos más o menos igual que en los pies; tendremos que pensar si somos propensos a sudar mucho y a llevar la espalda mojada y tratar de mejorar nuestros hábitos de higiene, además de seguir el tratamiento.
Si la infección se localiza en los genitales tendremos que adoptar un tratamiento específico para combatirla. Además, como es lógico, debemos ser capaces de evitar las relaciones sexuales para evitar contagios.
Debemos aprender a seguir unos hábitos de cuidado e higiene muy estrictos, tanto para enfrentar la infección como para evitar contagiarla a los demás.
1- Sigue exactamente el tratamieto como te han indicado y no te desesperes por el camino. Es necesario aplicarlo el tiempo que pone en el prospecto. Si abandonas antes de tiempo pueden volver con más fuerza.
2- Mantén muy limpia y seca la zona donde se encuentra el hongo. En las uñas y entre los dedos de los pies puedes usar el secador del pelo para terminar de secar la zona antes de aplicar el tratamiento. (no lo acerques mucho para no quemarte)
3- Utiliza calcetines de algodón o tejidos naturales y que absorban el sudor. Si los notas húmedos cámbialos durante el día.
4- Los zapatos deben ser de piel para que el pie transpire.
5- Deshazte del calzado viejo que pueda estar infectado por hongos o hazle un tratamiento fungicida.
6- También debes desinfectar todo el material que haya estado en contacto con los hongos. Tijeras, cortauñas, toallas, calcetines, ropa…
7- No utilices esmalte de uñas
La verdad es que las infecciones por hongos son muy pesadas de erradicar, por eso es tan importante seguir unas costumbres, unos hábitos de higiene, que te ayuden a prevenir este tipo de infestaciones antes de que aparezcan.
Tenemos que adoptar rutinas como llevar chanclas en los vestuarios o utilizar preservativos en nuestras relaciones sexuales, acostumbrarnos a preocuparnos por secar bien las zonas más expuestas, lavarnos bien las manos o cambiar de calzado o de ropa interior cuando hayamos sudado.
En realidad este tipo de medidas son las mejores para prevenir que el hongo se extienda por nuestro cuerpo como una plaga.
En caso de duda, pásate por nuestra farmacia, estamos aquí todos los días, encantados de atenderte y aconsejarte.