La coordinadora de ginecología y obstetricia del Hospital Vithas Vigo, la doctora Rosa Darriba Marino, ha dirigido un taller Hands on destinado a formar especialistas de toda España en la utilización de radiofrecuencia en las intervenciones para la ablación de miomas uterinos. Este taller, codirigido por la doctora María Luisa Cañete, se celebró en el marco del I Congreso de la Sociedad Española para el Estudio de Miomas y de la Endometriosis (Seeme) celebrado recientemente en Toledo, con la participación de 250 profesionales.
Los miomas uterinos son tumores generalmente benignos, que se producen en el tejido del útero y el cuello uterino formando masas anormales de tejido muscular liso y tejido fibroso. Su presencia produce, normalmente, sangrado y dolor intenso; y puede llegar a causar otras patologías debido a que su crecimiento puede comprimir otros órganos, como la vejiga. Raramente puede resultar maligno.
En este encuentro profesional, la doctora Darriba moderó, además, una mesa en la que se debatió sobre las opciones quirúrgicas y mínimamente invasivas que se le pueden ofrecer a la paciente actualmente. En este sentido, la coordinadora de ginecología de Vithas Vigo destacó que, actualmente, “nosotros podemos ofrecer todo un abanico de soluciones mínimamente invasivas” a las pacientes de Vithas Vigo, que incluyen la miomectomía histeroscópica bipolar, la miomectomía laparoscópica virtual asistida por el robot quirúrgico Da Vinci XI, y, también, esta técnica, que es “muy rápida, segura y ambulatoria, lo que es, sin duda, un plus de calidad que se le ofrece a las pacientes de una patología tan frecuente como esta”.
Vithas Vigo fue el primer hospital de Galicia en incorporar esta técnica, en 2020, obteniendo, desde entonces “muy buenos resultados”, según la doctora Darriba Marino.
La técnica consiste en la introducción de un electrodo conectado a una sonda transvaginal ecográfica hasta el interior del mioma. Este electrodo va conectado a un generador de radiofrecuencia que, mediante calor focalizado, necrosa el tejido del mioma. Este tejido será posteriormente reabsorbido.
Al no tocar el tejido del útero, sólo el mioma, no deja ningún tipo de cicatriz. Además, preserva íntegramente el útero y, se ha demostrado, en varias series de pacientes que han tenido embarazos después de someterse a esta técnica, “que los resultados maternos y perinatales son similares a otros embarazos”; además, el tiempo que pasa después de la intervención hasta que se puede intentar un embarazo, es menor, que con una cirugía normal.
La doctora Darriba Marino destaca, también, que “esta opción es segura, de uso emergente en todo el mundo, y permite no sólo preservar, sino en algunos casos, mejorar las opciones de fertilidad en las pacientes”; al mismo tiempo que –al tratarse de una técnica mínimamente invasiva- los tiempos de recuperación postquirúrgica son muy cortos; de forma que la reincorporación a la vida normal se puede producir uno o dos días después de la intervención.