La sangría de especialistas en Povisa es una constante desde que hace ya casi cinco años el centro sanitario fue adquirido por el grupo valenciano Ribera. La última profesional, por ahora, en cambiar de hospital ha sido la dermatóloga Iria Montero, creadora de la innovadora Unidad de Alopecia de Povisa.
Este martes, Vithas Vigo ha anunciado su reciente fichaje y la apertura de una consulta de salud capilar, campo en el que la doctora Montero se ha especializado en los últimos años con un máster internacional en Tricología y Trasplante Capilar por la Universidad de Alcalá. La tricología es la subespecialidad médica de la dermatología que estudia, diagnostica y trata las enfermedades del cuero cabelludo y del propio pelo.
Curiosamente, en la web del hospital Povisa, Montero todavía aparece este martes como responsable de la Unidad de Alopecia, a pesar de que su fichaje ya se ha formalizado en la competencia. Así, a partir de ahora, Montero contará con una consulta propia en Vithas Vigo, conocido todavía por la mayoría de los vigueses como Fátima pese a que tras su incorporación al grupo Vithas, en 2013, dejó de llamarse Hospital de Nuestra Señora de Fátima. Ocurre lo mismo con Povisa, rebautizada como Ribera Povisa, si bien en este caso no ha perdido su nombre originario, acrónimo del que tenía cuando nació, hace más de medio siglo: Policlínico de Vigo.
La competencia entre Povisa y Fátima, los dos hospitales privados más importantes de Vigo, viene de lejos y si bien el primero siempre ha estado en cabeza, en cuanto a números y tamaño, en los últimos años su balance siempre se ha cerrado en negativo al mismo tiempo que ha sido constante la fuga de talento hacia el segundo.
Fichajes sonados
Uno de los más llamativos fue el fichaje del prestigioso anestesista Jorge Sobrino, responsable de la Unidad de Dolor de Povisa y vinculado a este centro sanitario desde hacía más de dos décadas. Se fue en octubre de 2021 y casi al mismo tiempo que él salieron otros, la mayoría con una trayectoria consolidada en el hospital, como el caso de la cirujana plástica Margarita Novoa, que se fue a punto de cumplir 40 años de experiencia en el centro de la calle Zaragoza; la médico de Familia Idoya Sanluis, que también cambió su puesto en Urgencias tras quince años vinculada a Povisa o el neurólogo Antonio Pato, que como otros compañeros, buscó una alternativa laboral yéndose al Sergas para compatibilizarlo con una consulta en Vithas.
Mientras tanto, otros jefes de servicio se han ido porque les tocaba la jubilación, como ha sido este año el caso de Ángel Martín Joven, responsable de Urgencias. Solo en este último servicio, en los primeros meses del año se fueron de Povisa más de diez médicos, una situación complicada en la que se encuentran otras unidades como Cardiología y departamentos como Enfermería.
De hecho, basta con echar un rápido vistazo a la sección de ofertas de empleo activas de la web de Povisa para comprobar que, en la actualidad, precisan cubrir vacantes en hasta una decena de especialidades médicas: Anatomía Patológica, Farmacia, Neurocirugía, Hematología Clínica, Anestesiología y Reanimación, Cardiología, Medicina Digestiva, Neurofisiología Clínica, Dermatología y Reumatología.
Además, la pérdida de profesionales y las dificultades para encontrar relevo es un problema que ya es estructural en el ámbito de la Enfermería, en el que desde hace años existen dificultades para encontrar profesionales, habida cuenta de las mejores condiciones que existen en el ámbito de la sanidad pública y los incentivos que reciben por trasladarse a trabajar en países extranjeros.
Otra de las salidas más destacadas, aunque en esta ocasión fuera del ámbito puramente sanitario, fue la de la actual vicepresidenta de la Diputación de Pontevedra, Luisa Sánchez, que durante 25 años fue directora financiera del hospital. No se fue a Vithas, sino al área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, como directora de Recursos Humanos, tarea que compatibilizó como concejala del PP en el Concello de Vigo hasta su nombramiento como vicepresidenta de la Diputación.
También se van los pacientes
La pérdida de profesionales en Povisa ha ido acompañada, en los últimos años, de una caída en el número de pacientes que proceden de la sanidad pública y que sostiene buena parte de su actividad, aunque al mismo tiempo, el hospital alega pérdidas millonarias año tras año por el coste que supone para sus arcas tratarles. El Consello da Xunta dio luz verde a la prórroga del concierto el pasado agosto –hasta final de este año– «por razones de interés público» después de que ambas partes no hayan sido capaces de alcanzar un acuerdo.
El concierto actual contempla la posibilidad de que Povisa atienda a un tope de 139.000 personas, una cifra que se alcanzó tras la apertura del hospital Álvaro Cunqueiro, en 2015, pero desde entonces ha ido en descenso, hasta los 119.000 pacientes.
La primera semana de noviembre se cerró el plazo de un mes abierto para que los interesados en cambiar su hospital de referencia pudiesen hacerlo y, aunque todavía no se conocen las cifras definitivas, se prevé que volverá a bajar la cifra de pacientes que optan por el centro privado.