Los trabajadores del Hospital Povisa de Vigo han advertido este jueves que están dispuestos a convocar una huelga si el Grupo Ribera Salud, que posee y gestiona el centro, no se aviene a negociar un convenio laboral que mejore las condiciones de unos trabajadores que llevan con los sueldos congelados desde 2010.
“Con la anterior dirección de la familia Silveira, llevábamos once años con el convenio congelado, en constante conflicto, con despidos y reducción de jornadas. Y desde que llegó Ribera Salud hace dos años a la dirección las cosas no han cambiado prácticamente nada”, ha dicho en rueda de prensa la presidenta del comité de empresa de Povisa, Chus Neira.
Junto a ella se sentaron representantes de CCOO, de UGT, de la CIG y de Satse, todos ellos dispuestos a movilizar a los casi 1.400 trabajadores del hospital. Según Neira, los sindicatos comenzaron a negociar en enero del año pasado con la dirección un nuevo convenio colectivo, lo que se tradujo en 14 reuniones en las que no se ha avanzado prácticamente nada.
Los puntos más problemáticos son la diferencia entre lo que los trabajadores exigen de subida salarial y lo que la empresa está dispuesta a dar, así como la flexibilidad que quiere imponer la multinacional.
Respecto a la masa salarial, Ribera Salud ha ofrecido unos incrementos salariales desde el principio de los que, según el comité de empresa, no está dispuesto a moverse: un 1% para 2021, un 1,5 para 2022 y un 2 para 2023, propuesta que Neira ha calificado de “ridícula”.
Los trabajadores piden un 3% para 2021 y 2022 y un 3,5% para 2021, una subida que creen que la empresa puede asumir y que les parece razonable en tanto el IPC de 2021 se disparó hasta el 6,5%.
Los trabajadores tampoco aceptan la flexibilidad que quiere imponer la empresa, la cual pretende entregarles los turnos de todo el año a modo “orientativo” pero reservarse la potestad de modificarlos a su antojo en función de las necesidades del servicio.
“Eso implica inestabilidad para los trabajadores para conciliar su vida familiar y laboral. No estamos para nada de acuerdo”, ha dicho Neira, quien ha señalado que, además, la dirección podría intervenir en el número de horas que hace un trabajador una semana, reduciéndole unilateralmente el horario y obligándole a recuperar a lo largo de las siguientes semanas las horas perdidas.
Ante esta situación, el comité de empresa comenzó hace semanas unas movilizaciones cuya principal consecuencia ha sido la decisión de la empresa de interrumpir las negociaciones. El comité de empresa, si nada cambia, podría convocar una huelga parcial o indefinida en un plazo de unos 15 días.
Lamentan los sindicatos que el trabajo que han llevado a cabo durante toda esta larga pandemia no se vea siquiera recompensado ahora con un convenio laboral que mejore sus condiciones económicas, estancadas desde hace más de una década, y aseguran sentirse mal.
De momento, los trabajadores se movilizarán de nuevo en la confluencia de las calles Gran Vía y Tarragona a las 18:00 horas de este jueves.