Ribera Povisa informó este sábado que ha puesto en marcha este mes de diciembre el PET-TAC, uno de los equipos tecnológicos más punteros en el área de Medicina Nuclear y que ha supuesto una importante inversión por parte del grupo Ribera, al que pertenece el hospital vigués.
«El PET-TAC permite una mayor sensibilidad y precisión diagnóstica, por lo que muchas veces los hallazgos son mucho más precoces», ha señalado el jefe del servicio de Medicina Nuclear, Ceferino Gutiérrez Mendiguchia. Se trata de un aparato híbrido de última generación que combina la la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) con la Tomografía Axial Computarizada (TAC), por lo que permite localizar con mayor exactitud el área anatómica a estudio.
A los pacientes oncológicos, que son los principales usuarios del PET-TAC, aunque no los únicos, se les inyecta un radiofármaco que se deposita en las células tumorales y que ofrece un gran contraste entre la zona afectada y las que no lo están. «Es un equipo que nos aporta estar en la vanguardia de la tecnología y que mejora la precisión diagnóstica. En el campo de la oncología, además, supone un gran avance porque nos permitirá implementar mejores tratamientos, más precoces y más adecuados a cada paciente», ha indicado el doctor Gutiérrez Mendiguchia.
«No sustituye a ningún equipo, sino que los complementa y nos permite dar un salto de calidad. Por ejemplo, tras el diagnóstico de un cáncer de pulmón tras un TAC convencional, el siguiente paso será utilizar el PET-TAC para estudiar cómo está extendido o si existe metástasis. Es mucho más sensible y preciso», ha explicado el especialista. Además del cáncer, el equipo puede detectar la presencia de enfermedades como la epilepsia, demencias como el Alzheimer o la enfermedad de Parkinson, entre otras.
Tras obtener en noviembre la autorización del Consejo de Seguridad Nuclear para su puesta en marcha, el PET-TAC completa la renovación tecnológica iniciada en Ribera Povisa en 2021 con una firme apuesta del grupo Ribera, que ha invertido más de tres millones de euros con la llegada, entre otros equipos, de una nueva resonancia magnética y un acelerador lineal.
La llegada del PET-TAC ha estado acompañada también de una importante inversión en la habilitación del espacio en el que se ha situado, donde se ha renovado asimismo el instrumental, el utillaje y el mobiliario necesario para su puesta en funcionamiento.
Del mismo modo, al igual que en los espacios donde se han ubicado en los últimos dos años el nuevo acelerador o la resonancia, la sala en la que se encuentra el PET-TAC se ha decorado con un gigantesco vinilo que muestra la orilla de una playa y también cuenta con iluminación basada en la cromoterapia con el objetivo de intentar reducir el estrés de los pacientes.