La implantación de procedimientos para conseguir esta acreditación comenzó hace dos años, con el objetivo de minimizar los posibles riesgos de los pacientes en el área de Radiodiagnóstico, una iniciativa de la que ya se benefician los 700 pacientes que pasan a diario por este servicio.
Entre los peligros potenciales se encontraban la incorrecta identificación de pacientes a la hora de realizar las pruebas radiológicas, las posibles caídas o las reacciones a los contrastes, además del control de los niveles de radiación.
En cuanto a la identificación, en los pacientes ambulatorios se utiliza un doble protocolo para corroborar de forma inequívoca su identidad, y en el caso de pacientes hospitalizados se confirma con la lectura del código de barras en las pulseras. Asimismo, se lleva a cabo en la actualidad un seguimiento y control de la movilidad de cada paciente para evitar posibles caídas.
Además, el servicio de Informática de Povisa ha incorporado a los sistemas de información un registro de pacientes que requieren ayuda para su traslado, de forma que salte una alerta que avisa de los riesgos en la movilización. Esta prevención se ha complementado con la incorporación de elementos de apoyo, además de instalar cartelería en el área de Radiología con recomendaciones sobre cómo prevenir posibles caídas.
En cuanto a los niveles de radiación se ha conseguido su reducción mediante protocolos consensuados y medidas de radioprotección. La administración de los contrastes se ajusta al peso, talla y función renal del paciente, calculándose la cantidad correcta para reducir al mínimo sus efectos secundarios. Desde el servicio de Informática de Povisa se han habilitado también avisos automatizados sobre aquellos pacientes alérgicos a los medios de contraste.
Estas actuaciones, con las que se ha conseguido reducir el número de incidencias y errores, han sido diseñadas y puestas en marcha gracias a la colaboración de un equipo multidisciplinar formado por el servicio de Radiodiagnóstico (radiólogos, enfermeros, técnicos y celadores), la Unidad de Calidad de Enfermería e Informática. Para conseguir el objetivo de implantar una cultura de calidad en el servicio de Radiología y lograr esta certificación que reconoce el avance en «Control de Riesgos», ha sido fundamental la formación impartida a todo el personal implicado para conocer y aplicar estos protocolos en la práctica diaria.