Povisa ha invertido más de 1,2 millones de euros en los seis primeros meses del año, tanto en equipamiento como en la reforma de sus infraestructuras. De esta cantidad, la mitad se ha materializado durante el mes de junio, una vez ha concluido la etapa más complicada de la pandemia.
En lo que respecta a las infraestructuras, se está acometiendo la reforma del servicio de Urgencias, que finalizará en septiembre, y también la modernización de las instalaciones y el equipamiento tecnológico de la Escuela Universitaria de Enfermería. Al mismo tiempo, se está actuando en el área de hospitalización, con la adquisición de más de un centenar de camas que están reemplazando de forma progresiva a las actuales, dentro del proyecto de renovación integral de las habitaciones de todo el complejo. Todas estas obras se están llevando a cabo mediante fases para evitar que interfieran en el normal desarrollo de la actividad asistencial.
Respecto al equipamiento, el hospital se ha dotado en la práctica totalidad de los servicios de tecnología de última generación que reforzará la existente. Entre ella, destaca la incorporación de nuevos ecógrafos, sistemas de monitorización, esterilizadores, densitómetros, camillas de transporte y quirófano, mesas quirúrgicas, monitores y desfibriladores, entre otros.
Por otra parte, en el segundo semestre del año se concentrará la mayor parte de la inversión anunciada en el mes de enero por el consejero delegado de Ribera Salud. El plan estratégico del grupo sanitario en su primer año al frente de Povisa está dotado con 4 millones de euros para modernizar las infraestructuras, renovar el equipamiento tecnológico y reforzar los sistemas de información del hospital.