Un galardón científico, de carácter estatal, que logran con su trabajo de investigación “Actividad Clínica Paliativa en un Complejo Residencial Sociosanitario: necesidades de Formación en Cuidados Paliativos” tras ser sometido a la votación de los 400 congresistas que asistieron a dicho congreso frente a las otras propuestas de más de 50 expertos de reconocido prestigio nacional e internacional que participaron en esta edición.
El estudio -una completa investigación sobre la situación pasada y presente y aspectos y necesidades en cuidados paliativos- se desarrolló en el Complejo Residencial de Atención a Personas Dependientes de Vigo 1 (Crapd) uno de los Centros Sociosanitarios de la Xunta donde Pérez Martín es coordinador médico, para dejar patente, “primero la gran labor que realizan los profesionales en centros de este tipo en Galicia” explican sus autores y “segundo que, a diferencia de lo que se puede pensar socialmente, el trabajo de cuidados paliativos sí se realiza y además con gran positividad, profusión, eficacia, pero sobre todo dignidad para la persona que los demanda, por parte de dichos profesionales”, añaden.
Más en concreto en el mencionado Crapd de Vigo, donde la atención en paliativos realizada en sus 26 años de existencia, da sus frutos con este premio. Pérez Martín destaca de la gran labor del centro: “los datos están a la vista, en sus 26 años de existencia, los equipos interdisciplinarios, con pacientes de gran complejidad clínica y alta cronicidad han atendido con la dignidad y la atención especial que necesitan a cerca de 2.000 personas en esta etapa vital”.
El estudio evidencia la necesidad de formación en cuidados paliativos para los profesionales que prestan este tipo de atención y la de ruptura que se precisa, en la sociedad, con el tabú, estereotipos negativos y falsos mitos que rodean a este tipo de cuidados.
No en vano, subraya Vázquez Piñeiro, “los cuidados paliativos pueden empezar no sólo cuando es inminente el final de la vida, sino mucho antes, cuando los demande la persona a la hora de realizar testamento vital, ante un diagnóstico oncológico irreversible o de determinada cronicidad por ejemplo”.
Otras de las situaciones que refleja esta investigación, como indica Pérez Martín es que “la mayor parte de los usuarios fallecen en el complejo residencial” lo que connota, “la alta complejidad clínica en el entorno de la muerte”. Por eso, se evidencia “la realización de un número importante de tratamientos farmacológicos en la Medicina Paliativa que deben afrontar los equipos interdisciplinarios que atienden a las personas que lo demandan y necesitan” y como gran conclusión añadida del estudio, “que estos profesionales necesitan formación reglada en Cuidados Paliativos”.
Método y resultados
El estudio se ha realizado mediante el análisis estadístico de 1.775 éxitus (procesos de final de vida) desde la apertura del centro, hace 26 años, y su relación con la edad, permanencia y supervivencia al ingreso. También se ha realizado el análisis estadístico de 165 Éxitus de los últimos 27 meses y su relación con la edad, sexo, lugar de Éxitus, factores estacionales, tipología de enfermedad terminal y tratamientos paliativos realizados.
Ha analizado la mortalidad desde la apertura del Complejo Residencial para Personas con Dependencia (CRAPD) en 1988 hasta abril de 2015 (27 años y 1775 fallecidos) en relación con la enfermedad terminal y las medidas paliativas que recibieron.
Entre los resultados, el estudio señala que las defunciones tienen mayor incidencia en los meses de enero, febrero, marzo y diciembre y que la edad media de la defunción ha pasado de 80,13 años en 1989 hasta los 86,68 de 2014.
También ha aumentado considerablemente la supervivencia de los pacientes tras el ingreso, pasando de 802 días en 1993 a los 1.310 de 2014, lo que supone el incremento de más de un año y medio más de vida.