Se estima que al menos un 6% de la población mundial ha consumido algún tipo de droga en el último año. Lo cierto es que las adicciones son una de las principales afecciones físicas y psicológicas que se sufren en todo el mundo, y por más de que existan las drogas recreativas, a veces hay un fantasma que se esconde y acaba afectando tanto al adicto como a su entorno. Hablamos de cuáles son las principales señales de alarma y cuándo se hace necesario acudir a un centro de rehabilitación.
Las adicciones: una enfermedad común
Las adicciones a sustancias se consideran una enfermedad desafortunadamente común en todo el mundo. Se presentan de este modo cuando una persona pierde el rumbo de su vida y el consumo de la sustancia termina afectando cada aspecto de ella. Por eso es tan importante identificar cuándo esta situación resulta alarmante y es necesario intervenir. Lugares como Centro Neri son una acertada alternativa; y es que este centro de desintoxicación busca convertirse en una respuesta imperativa a la problemática, un espacio en el que las personas adictas pueden reconocer su problema y encontrar un modo de vida más saludable.
Pero para llegar a esa instancia es necesario darse cuenta de que hay un problema en primer lugar. Para muchas personas esto resulta muy difícil, especialmente si el entorno es opresivo o poco contenedor, y aún más si se está frecuentemente expuesto a la sustancia a la que se es adicto. Por eso, es importante tener en cuenta una serie de signos que podrían manifestar que algo no anda bien.
Principales signos
- Síntomas físicos
Hay mucha sintomatología física a la adicción de drogas que por sí solas pueden tratarse de otro problema. Sin embargo, si viene acompañada de otras señales es posible que se trate de una adicción. Los temblores en el cuerpo, las pupilas dilatadas o el arrastrar de las palabras son normalmente signos de que una persona está bajo los efectos de algún tipo de sustancia. La pérdida de peso también puede ser otro de los síntomas, ya que otro de los inconvenientes que acarrea la adicción es la pérdida de nutrientes en el cuerpo, muchas veces a causa de no comer.
- Pérdida de la concentración y la memoria
Está comprobado que las drogas afectan aquellas partes del cerebro que involucran a la memoria y la capacidad de enfocarse en las tareas cotidianas. Cuando esto no sucede y hay síntomas físicos que actúan simultáneamente, es posible que la persona sea adicta a alguna sustancia, ya sea el alcohol o algún otro tipo de droga, como los opiáceos.
- Insomnio o trastornos del sueño
Así como se ven afectadas la memoria y la concentración, una persona adicta también sufre trastornos del sueño como el insomnio o la incapacidad para dormir. El sueño reparador es una de las necesidades primarias en la vida de cualquier ser humano, por lo que privarse del sueño, intencionalmente o no, puede ser altamente peligroso, ya que baja las defensas, acentúa los cambios de humor y causa fatiga. Todos estos síntomas por la falta de sueño acaban causando que la persona sienta la necesidad de continuar consumiendo.
- Cambios intensos de humor
El humor en una persona adicta puede cambiar de forma muy repentina e intensa, provocando estados maníacos, iracundos o depresivos de manera muy contrastada. Esto altera los químicos del cerebro y la capacidad de relacionarse con las personas, haciendo muchas veces que el entorno se aleje y la persona quede todavía más aislada.
Cómo actuar frente a una adicción
Lo más importante para una persona cuando descubre o reconoce que tiene un problema de estas características es buscar ayuda. Los centros de rehabilitación son lugares especializados, compuestos por profesionales preparados para afrontar circunstancias de riesgo. Esto significa que equipos de psicólogos y psiquiatras serán quienes atiendan personalmente a las personas, pudiendo tratar poco a poco la adicción, generando entornos seguros y buscando soluciones a su problema, tanto físico como conductual.
También son espacios a los que pueden acudir los familiares de la persona adicta en busca de ayuda o asesoramiento. A menudo los familiares sufren en gran medida por la adicción de un ser querido y no saben exactamente cómo actuar. En estos casos se les aconseja para saber cómo manejar la situación, qué límites emocionales establecer y así ayudar a la pronta recuperación de la persona.