La cocina del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo cerrará durante ocho semanas por obras y la comida será elaborada en el hospital Lucus Augusti de Lugo. Así lo confirmó este jueves el secretario xeral técnico de la Consellería de Sanidade, Alberto Fuentes, ante una comisión del Parlamento de Galicia.
Fuentes reconoció, tras una pregunta de la diputada del BNG Montse Prado, que los alimentos para los pacientes del centro médico vigués, inaugurado hace seis años, deberán ser cocinados en Lugo debido a una serie de obras. La parlamentaria avisó de que las deficiencias en ese hospital de Vigo fueron denunciadas por el sindicato CIG y posteriormente reconocidas por Sanidade, aunque lamentó que no fuera por “voluntad de transparencia” de la Xunta.
El secretario xeral técnico afirmó que la empresa concesionaria de la construcción y gestión de los servicios no médicos del Álvaro Cunqueiro asumirá el coste de las obras y del transporte y de la confección de los menús, además del traslado de la “logística inversa de retorno” a Lugo.
Fuentes puntualizó que inicialmente la compañía había planteado elaborar la comida en Zaragoza y transportarla diariamente hasta Vigo, pero después de “analizar las diferentes alternativas” optó por elaborar “temporalmente” los platos en el hospital Lucus Augusti, que dispone de licencia para la distribución externa. Según ha declarado, este centro sanitario ya confeciona los platos para el hospital de Calde, que alberga a pacientes con problemas psiquiátricos.
Por su parte, Prado denunció que esa situación obedece a las “deficiencias” y a la “calidad más que cuestionable de los materiales” de construcción en la cocina del hospital de Vigo, que requiere cambiar el suelo y a reparar paredes con “materias más próximas al pladur que al ladrillo”.
La parlamentaria sugirió que en la construcción del citado hospital, atribuida mediante una concesión a una empresa privada a cambio de una explotación temporal de los servicios no médicos, utilizaron materiales de una calidad inferior “para que fuera más barato” el coste de la edificación.
Según la representante del BNG, eso ha llevado que haya que cambiar el suelo porque el material “se despega continuamente” y sea necesario reforzar algunas paredes muy erosionadas por el roce los carros en los que se transporta la comida. En ese sentido, cuestionó que esos cambios tengan se produzcan seis años después de la inauguración del hospital.