Durante el año pasado, el vandalismo grafitero sobre los trenes de Renfe en Galicia generó un coste de 210.000 euros, una cifra que asciende a 25 millones de euros en toda España, según ha informado este lunes la Delegación del Gobierno en Galicia. En esta cifra, se incluyen además de la propia limpieza, los gastos indirectos como la inversión en seguridad, tanto de personal como otros sistemas tecnológicos.
Según ha señalado en un comunicado, en la comunidad gallega se registraron 42 denuncias por actos vandálicos que afectaron a más de 500 m² de superficie en trenes, un problema que acarrea, además, problemas directos en los usuarios como retrasos y trenes suprimidos por carencia de visibilidad o grafitis en los elementos de seguridad que impiden la circulación, frenazos de emergencia para pintar en medio de un trayecto o el olor de este producto químico que resulta muy molesto a los viajeros, entre otros.
En España, la superficie total pintada por los vándalos ascendió a 80.000 metros cuadrados de superficie, lo que equivale a casi 18 campos de fútbol. Y eso que, según explica la Delegación del Gobierno, el personal de seguridad de Rende consiguió abortar 1.194 incursiones el año pasado.
Pese a todo, se registraron 3.977 intrusiones de grafiteros en las instalaciones de Renfe en el año 2023, lo que representa una media de más de 11 actos vandálicos de este tipo al día. El coste, de 70.000 euros diarios, asciende por lo tanto a 25 millones en el conjunto de España que implica 15.000 horas de trabajo de limpieza, entre otros.
El año pasado, como consecuencia de las actuaciones e investigaciones realizadas por el personal de seguridad de Renfe y por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad se consiguió identificar y poner a disposición judicial a los autores de 124 grafitis.