El sindicato CIG ha alertado este jueves de la «crisis profunda» que, a su juicio, afecta al sector gallego de la automoción, ante amenazas como la deslocalización, la falta de inversiones o la desregularización de las condiciones de trabajo.
Así lo ha trasladado el secretario nacional de la Federación de Industria, Xoán Xosé Bouzas, que ha participado en la manifestación organizada por el sindicato en Vigo, en el marco de la jornada de paro de 24 horas convocada por la CIG a nivel gallego.
Bouzas ha señalado que esta manifestación en defensa de una industria «clave» para Galicia y la jornada de huelga son una «cuestión de dignidad de los trabajadores», para poner en evidencia cuál es la situación de este sector.
Al respecto, ha señalado que las deslocalizaciones de producción son constantes, que la Xunta anuncia ayudas millonarias pero no exige «contrapartidas», y que el propio futuro de la planta de Stellantis en Vigo tampoco está despejado, al entender que no se ha «allanado el camino» ni siquiera después de la entrevista mantenida hace unos días entre el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Así las cosas, el dirigente de la central nacionalista ha augurado que «la destrucción de empleo va a ser una constante en los próximos meses», y ha señalado que la crisis afecta a productores e industria auxiliar.
Según ha subrayado, los proveedores desvían producción a Portugal o al norte de África, pierden contratos de componentes y, desde la pandemia, aprovechan para desviar producción a fines de semana y festivos, mientras las plantillas están en ERTE por la semana. «Hay una desregularización y una pérdida de derechos y de condiciones dignas de trabajo», ha reiterado Xoán Xosé Bouzas.
Seguimiento
Con respecto al seguimiento de esta jornada de huelga, convocada únicamente por la CIG, su portavoz ha reconocido que es «bastante desigual», aunque ha señalado que hay empresas auxiliares en Pontevedra y Ourense «casi paralizadas», mientras que el seguimiento ha sido «muy importante» en plantas de Vigo.
Además de la manifestación que ha tenido lugar en Vigo, y que ha recorrido varias calles del entorno de As Travesas y Polígono do Caramuxo para acabar ante la sede de Stellantis, también ha habido actos reivindicativos en Pontevedra y Ourense.
Por su parte, Stellantis ha señalado que este paro no ha tenido incidencia en la fábrica de Balaídos, y «una mínima incidencia» en los proveedores.
Fuentes de la empresa han apuntado que «la competitividad de las empresas es su garantía de futuro» y «todos» están «implicados en mejorar la eficiencia de nuestras fábricas».
«En el exigente momento de transformación que vive la industria del automóvil, esta convocatoria de huelga resulta irresponsable y puede comprometer la imagen de paz social del sector de automoción de Galicia, afectando negativamente a futuras inversiones en la región», han advertido desde Stellantis.