La Fundación Provincial Banco de Alimentos de Vigo entregó un total de 1.928.555 kilos de comida durante 2022, un año en que se mejoró sustancialmente la denominada cesta de básica incluyendo y añadiendo productos más saludables y equilibrados, tratando de dar respuesta a cada vez más exigentes demandas nutricionales.
Entre los alimentos repartidos, destacan por su importancia: 655.227 litros de leche, 148.962 kilos de conservas de todo tipo, 122.530 kilos de legumbres, 101.175 kilos de pasta o arroz, 99.837 kilos de fruta fresca, 86.956 litros de aceite, 80.287 kilos de verdura fresca, 55.265 kilos de platos precocinados o 47.497 kilos de pescado congelado.
Estos casi 2 millones de kilos de alimentos repartidos es una cifra muy similar a la de ejercicios anteriores y confirma que pudo hacer frente a las necesidades de las más de 150 ONG y entidades homologadas con las que trabaja. A través de ellas, en la actualidad, atiende a más de 20.000 personas en situación de vulnerabilidad en la provincia de Pontevedra.
Además, gracias al trabajo diario de lucha contra el despilfarro y la gestión de mermas en colaboración con varias cadenas de alimentación, a lo largo de 2022 se evitó que acabaran desperdiciados unos 300.000 kilos de alimentos frescos, frente a los 190.000 kilos de alimentos contabilizados en 2021.
En la actualidad, el Banco de Alimentos de Vigo cuenta con convenios de colaboración con empresas como Mercadona, El Corte Inglés, Carrefour, Alcampo, Coren, Kentucky Fried Chicken y la Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto y Ría de Marín (Opramar) que donan productos en perfecto estado de consumo que requieren una rápida clasificación y entrega, a veces, en tan solo un par de horas.
Si bien hace años los destinatarios mayoritarios de dichas mermas eran comedores sociales, de un tiempo a esta parte, cada vez son más las ONG que solicitan este tipo de alimentos de primera calidad. A día de hoy, un 20 por ciento de nuestros colectivos sociales recibieron de manera asidua este tipo de productos en perfecto estado de consumo y esenciales en cualquier hogar. Carne, pescado, frutas, verduras, hortalizas, etcétera.
Con esta práctica completamente consolidada en el Banco de Alimentos, es decir, al recuperar dichos productos frescos y alejarlos de la basura, también se influye positivamente en el medio ambiente, evitando más CO2 a la atmósfera.