Jaime Garrido ha sido el profesional de su gremio que más se significó en la defensa de la arquitectura y el urbanismo vigueses. Ya desde muy joven fue prácticamente la única voz que clamó en el desierto de aquel urbanismo voraz, que se sentía feliz al derribar grandes edificios en piedra y los sustituía por construcciones ‘modernas’ que hoy todavía podemos sufrir.
Garrido, además de profesional de la arquitectura, fue un estudioso de la historia arquitectónica de nuestra ciudad, por lo que nos ha dejado un conjunto valiosísimo de libros.
Entre sus obras destaca ‘Vigo, la ciudad que se perdió. Arquitectura perdida. Arquitectura no realizada’. El libro es un verdadero tratado sobre el Vigo que debió de ser y no es por culpa de la especulación y avaricia de constructores y la ignorancia de políticos municipales.
Otras obras importantes fueron ‘El puerto de Vigo: Síntesis histórica’, ‘Vigo, Arquitectura moderna 1900-1920’, ‘El origen de Vigo. El monte de O Castro y su castillo’ o las monografías sobre los arquitectos locales Michel Pacewicz, Manuel G. Román o Jenaro de la Fuente Domínguez, entre otros.
Jaime Garrido también fue uno de los fundadores del Instituto de Estudios Vigueses, del que seguía formando parte y al que contribuyó con multitud de trabajos.
El arquitecto vigués decía que de lo que más se sentía orgulloso en su trayectoria profesional fue la salvación de la piqueta del Palacio de Justicia, hoy Museo Marco, cuando hace unos años el edificio estuvo en peligro de otro ataque de modernidad.
Garrido trabajó hasta el final de su vida entregando hace pocas semanas su última obra titulada ‘El Vigo amurallado’, que habla de todas las fortificaciones de la ciudad.
La cultura viguesa está de luto por Jaime Garrido Rodríguez. D.E.P.