El Black Friday, una tradición importada de Estados Unidos, se ha consolidado como una de las fechas comerciales más importantes del año en España, rivalizando incluso con tradiciones como los Reyes Magos. En Vigo, grandes superficies como Carrefour y El Corte Inglés apuestan por ofertas masivas para atraer a un público que busca precios imbatibles. Sin embargo, esta estrategia, aunque beneficiosa para algunos consumidores, está generando tensiones en el comercio local, que lucha por competir en un mercado cada vez más agresivo y digitalizado.
Los grandes dominan el terreno
Carrefour, con su campaña de precios garantizados y su reciente Estudio de Tendencias de Consumo en Black Friday, refleja el peso de los gigantes del retail en estas fechas. Según el estudio, el 81,6% de los consumidores priorizan el precio al elegir dónde comprar, mientras que un 69,7% percibe el Black Friday como el momento con mayores descuentos del año. En este contexto, el pequeño comercio vigués enfrenta grandes desafíos para captar la atención de los clientes que buscan las mejores ofertas en tecnología, moda y, cada vez más, alimentación.
El Corte Inglés también se posiciona como líder con descuentos anticipados en moda y tecnología, ofreciendo ventajas exclusivas para sus clientes con tarjeta. Esta táctica refuerza la fidelización, pero dificulta la competencia para los negocios más pequeños que carecen de los recursos necesarios para ofrecer precios similares.
Preocupaciones del comercio local
Pequeños comerciantes en Vigo lamentan el impacto de estas campañas. María, propietaria de una tienda de moda en el centro de la ciudad, comenta: «No podemos igualar los descuentos que ofrecen las grandes superficies. Para nosotros, estas fechas no son de ganancias, sino de supervivencia». En la misma línea encontramos a Encarna Álvarez, presidenta de la Asociación de Comerciantes y Empresarios del Calvario, «Es cierto que esperamos un aumento de la ventas estos días», nos confirma pero añade «la gente espera a que lleguen las ofertas del Black Friday para realizar sus compras; de hecho, antes del Black Friday se nota un pequeño parón».
Además, el comercio de proximidad enfrenta un problema añadido: la creciente preferencia de los consumidores por las compras online, que en España han aumentado un 13,7% interanual según el Colegio Profesional de Ingeniería en Informática de Galicia (CPEIG). La combinación de ofertas agresivas y un e-commerce en auge complica aún más el panorama para los pequeños negocios.
Riesgos en el ámbito digital
El crecimiento del comercio online no solo afecta al comercio local, sino que también incrementa el riesgo de ciberestafas. Según el «Observatorio Hostinger de la Transformación Digital», el 74% de los españoles adquirió algún producto durante el Black Friday y el Cyber Monday en 2023, superando a países como Estados Unidos (70%) y Alemania (61%). Además, el 62,1% de los consumidores en España realiza compras online basadas en recomendaciones personalizadas, y un 21% compra online semanalmente.
Según Fernando Suárez, presidente del CPEIG, estos ataques (tanto phishing como smishing) se disparan durante el Black Friday y el Cyber Monday. «El phishing, el smishing y el typosquatting son algunas de las técnicas más utilizadas por los cibercriminales», explica Suárez, presidente del CPEIG. Estas estafas consisten en el envío de correos electrónicos o mensajes de texto fraudulentos, la creación de sitios web falsos y la explotación de errores tipográficos en las direcciones web, respectivamente.
Ante este escenario, los consumidores vigueses se muestran cada vez más cautelosos a la hora de realizar compras online. «La gente está más informada y es más consciente de los riesgos», afirman desde las asociaciones de comerciantes de Vigo. Sin embargo, el atractivo de las ofertas sigue siendo muy fuerte, lo que obliga a los consumidores a mantener la guardia alta.
¿Y el futuro del pequeño comercio?
El Black Friday plantea una paradoja para los pequeños negocios en Vigo: la necesidad de participar en la campaña para no perder clientes frente a la imposibilidad de competir en igualdad de condiciones. Iniciativas como potenciar la personalización, destacar el trato humano y fomentar el comercio ético podrían ayudar a diferenciarse en este mercado saturado.
Mientras tanto, asociaciones locales instan a los consumidores a reflexionar sobre sus decisiones de compra. «Comprar en el comercio de proximidad no solo apoya la economía local, sino que también fortalece el tejido social de la ciudad», subraya el portavoz de la Asociación de Comerciantes de Vigo.
El Black Friday, lejos de ser solo una oportunidad para ahorrar, es también un recordatorio del delicado equilibrio entre consumo responsable y sostenibilidad económica para los pequeños negocios.