Unos bizcochitos de limón clásicos, sencillos y deliciosos, que os harán triunfar. Sin complicarse la vida y sin dejaros el sueldo en el camino. Menos es más, y estos bizcochitos son la guinda perfecta para todas vuestras celebraciones.
Ingredientes:
3 huevos M.
170 g de harina.
180 g de azúcar blanquilla.
ralladura y zumo de 1 limón.
60 g de mantequilla a temperatura ambiente.
40 g de nata para montar (35% materia grasa).
1 1/2 cucharadita de levadura química (tipo Royal).
Para el glaseado:
2 cucharadas de zumo de limón.
100 g de azúcar glas.
Preparación:
Precalentamos el horno a 180ºC. Si vamos a usar moldes para cupcake, los pincelamos con mantequilla fundida y los espolvoreamos con harina. Si vamos a utilizar (como hice yo) cápsulas para magdalena, simplemente las colocamos sobre una bandeja de horno.
En una tacita, ponemos la nata con el zumo de limón. Removemos un poco con una cucharita y reservamos.
Para preparar la masa de los bizcochitos, ponemos en un bol la mantequilla junto con la ralladura del limón y el azúcar. Batimos muy bien con ayuda de unas varillas hasta que la mezcla esté ligeramente montada y blanquecina con una textura suave, como de helado.
Añadimos a esta mezcla los huevos, de uno en uno, mientras seguimos batiendo. Esperamos a que un huevo se haya integrado completamente antes de incorporar el siguiente.
Ahora incorporamos la mezcla de nata y zumo de limón que habíamos preparado antes. Removemos hasta que se integre.
Por último, añadimos la harina y la levadura química, todo tamizado. Ahora no es necesario que batamos, simplemente mezclamos lo justo para que se integren los ingredientes.
Repartimos la masa en los moldes o en las cápsulas, sin llenarlos más de dos tercios. Horneamos a 180ºC durante unos 25-30 minutos. Vigiladlos, porque el tiempo de horneado puede variar en cada horno. Es importante, para que queden jugosos, no cocinarlos de más, no tienen que dorarse demasiado.
Retiramos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Mientras se enfrían, preparamos la glasa. En un bol ponemos el zumo de limón y vamos añadiendo azúcar glas hasta conseguir la textura que nos guste.
Para servir los bizcochitos, les retiro el papel y les doy la vuelta. Pongo un poquito de glaseado encima, dejando que caiga poco a poco.