Sin embargo, estas galletas portuguesas que, vaya usted a saber por qué, se llaman húngaras, tienen una textura muy particular y un sabor delicioso, que proviene de un ingrediente secreto que no es habitual en la elaboración de galletas. Se preparan de manera sencilla y rápida y estoy segura de que os enamorarán a todos.
Ingredientes:
3 yemas de huevo cocidas.
75 g de azúcar molido.
100 g de mantequilla.
150 g de harina.
50 g de maizena.
Para la cobertura:
90 g de chocolate para postres.
10 g de aceite de coco {opcional}.
Preparación:
En un bol, batimos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar molido, hasta obtener una mezcla cremosa, con apariencia de helado. Entonces, añadimos las yemas de huevo cocida. Para evitar que formen pegotes, conviene rallarlas, pasándolas a través de la malla de un colador.
Añadimos también la harina de trigo y la maizena y mezclamos todo. Es una masa relativamente arenosa, así que podemos ayudarnos con las manos para formar una bola compacta, apretando la masa poco a poco.
Envolvemos la masa en papel film y dejamos en la nevera durante una media hora aproximadamente. Así, la masa se enfría y se hace más fácil de manejar.
Precalentamos el horno a 200ºC. Cubrimos un par de bandejas de horno con papel de hornear.
Estiramos la masa en porciones sobre una superficie enharinada, dándole un espesor de unos 5 mm aproximadamente. Cortamos con nuestro cortapastas favorito, y vamos depositando las galletas sobre las bandejas forradas con papel de horno.
Horneamos a 200ºC unos 7-8 minutos, hasta que comiencen a dorarse un poco por debajo. Retiramos con cuidado de la bandeja y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Cuando las galletas estén casi frías, derretimos con mucho cuidado en el microondas el chocolate con el aceite de coco, en tramos de 30 segundos y removiendo bien cada vez, para evitar que el chocolate se queme. Es mejor preparar el chocolate en una tacita o recipiente pequeño, de este modo será más fácil mojar las galletas y aprovecharemos mejor el chocolate.
Vamos mojando las galletas hasta la mitad en el chocolate, escurrimos el borde y las dejamos secar sobre un papel de horno. También podemos meterlas en la nevera para acelerar este proceso.