La Manière no es un establecimiento nuevo, pero es un establecimiento único que rebosa un ambiente cosmopolita y selecto en el número 59 de la rúa Tomás A. Alonso de Vigo. Su secreto: el buen hacer, el gusto, la selección de la mejor materia prima y el perfeccionismo.
La especialidad: el café. “Tienes que controlar algo más que el producto a la hora de prepararlo: También el peso, la temperatura, la máquina, los molinillos e incluso la cerámica en la que lo sirves. Es un mundo amplísimo”, explica Carmen Torrente, copropietaria del negocio familiar.
La ideóloga de La Manière fue su hija Carmen González que, además de una licenciatura, trajo una pasión de Londres: la cultura de los ‘coffee shops’ que frecuentó en su último año de carrera.
Esta vocación cafetera la llevó a formarse en diversos organismos oficiales en especializados en la cultura del café, allí donde trabajaban los mejores baristas. Una mañana, mientras ojeaba una revista francesa, leyó un titular que hoy le da nombre al espacio vigués que aporta sentido a su vida.
¿Qué es el café especialidad o ‘specialty coffee’?
Es una de las pocas cafeterías de Vigo en las que sirven y venden café especialidad o ‘specialty coffee‘: el producto más escaso y de más elevada calidad de esta materia prima. Está catado y sellado por la Specialty Coffee Association, un organismo que le debe otorgar una puntuación mínima de 80 sobre 100 en una evaluación hecha por un profesional certificado.
El café especialidad es siempre 100% arábica y los expertos de las instituciones cafeteras miden todo su proceso: desde la recogida del grano (que se realiza en su punto óptimo de madurez y se selecciona el de mejor calidad) al tipo de suelo donde se siembra; hasta tueste, el almacenamiento y todo el proceso que sigue el grano de café hasta que llega a la taza.
Se vende en sacos pequeños que se señalan la procedencia, las notas de cata, el aroma, la fecha de tueste. “Se controla todo el proceso porque si falla un paso la calidad merma”, detalla Carmen Torrente.
Café selecto, leche fresca y sibaritismo
“En las grandes capitales hay más conocimiento, pero en Vigo el café especialidad se está introduciendo poco a poco. Tenemos muchos clientes, gran parte de ellos extranjeros”, explica la propietaria, perfeccionista hasta el exceso: “La leche es fresca, nos la traen todos los días y tenemos una variedad de avena para los intolerantes a la lactosa. Soy muy tajante con todo porque quieres algo funcione tienes que hacerlo bien”, indica. “Controlar el tiempo, la temperatura, el molido y saber encontrar la receta para aprovechar todo su potencial”.
La máquina de café lleva la firma Marzocco. Se trata de un ejemplar italiano hecho a mano en Florencia, un artefacto selecto que es por sí mismo un sello de distinción y una garantía de calidad.
El café con leche que sirven a VIGOÉ es de Brasil, pero también venden otras variedades de América Latina y África. Entre sus marcas más demandadas están Nomad, Puchero y Dak.
Es un sacrilegio echar azúcar a los cafés de La Manière, no lo necesitan. Aunque Carmen Torrente está acostumbrada a que en la primera toma de contacto sus clientes le pidan endulzantes y siempre tiene sobres en su local. En cada sorbo se distinguen múltiples notas de sabor de esta bebida que no tiene por qué ser necesariamente amarga.
‘Brunch’, té, productos gourmet ecológicos y artesanos
Esta suerte de oasis minimalista cercano a la Praza de Eugenio Fadrique rezuma paz y, pese a su apariencia sobria con una decoración de estilo nórdico dominada por los elementos naturales, está plagado de detalles: una fuente con agua fresca y cítricos para que se refresquen los paladares, libros y revistas tanto gastronómicas como de decoración y estilo de vida. Nacionales e internacionales.
Suena música relajante y sus expositores muestran múltiples productos premium a la venta: desde crema de cacahuete a chocolate ‘bean to bar’ y refrescos orgánicos, ecológicos y de comercio justo.
Su carta tiene una propuesta de ‘brunch’ con una amplia variedad de tostas elaboradas con ingredientes frescos, ‘smoothies’, ‘bowls’ con mezcla de sabores granola y zumos naturales. Todo artesanal, hecho al momento y con inspiración creativa y contemporánea. Para acompañar el café, la repostería de la casa es la más recomendable.