La ancestral ‘Rapa das Bestas’ de Sabucedo, que data del siglo XV y está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional por ser una de las más antiguas y tradicionales ‘rapas’ de caballos salvajes que tienen lugar en Galicia, se celebra como cada año estos primeros días del mes de julio en A Estrada.
Y en cada cita concita a miles de personas y visitantes en el municipio de la comarca del Deza en torno al curro de Sabucedo, escenario y epicentro de las ‘luchas’ que los ‘aloitadores’ llevan a cabo con los caballos salvajes que viven en libertad y localizan al amanecer en el monte para bajarlos al pueblo y cortarles las crines en una espectacular lucha entre el hombre y las ´bestias´.
Esta tradicional ‘danza ancestral’ con los caballos salvajes se define como un noble y leal enfrentamiento entre los jóvenes ‘aloitadores’ y los equinos y siempre tiene como punto de encuentro el recinto del curro de Sabucedo, lugar mágico que, además de ser el principal decorado de esta popular romería, también fue el espacio elegido hace unas semanas para celebrar la cena secreta de principio de verano que se celebró en la provincia de Pontevedra.
Y precisamente fue esa magia que envuelve al ‘curro’ y el embrujo y atractivo de lo vivido desde tiempos inmemoriales en A Estrada lo que llevó a la empresa ONyVÁ Eventos –encargada de las Cenas Secretas- a decantarse por este espectacular y original enclave para celebrar su cita pontevedresa, ofreciendo así una imagen completamente antagónica a lo que se vive cada año a principios de julio en este ‘ruedo’.
Prometían que sería especial. Y es que las Cenas Secretas se caracterizan por ser “una experiencia única y exclusiva, un viaje por los 5 sentidos en lugares mágicos de Galicia”. Y sin duda, la cena de Pontevedra lo fue.
Un total de 36 «elegidos»
Así, los 36 «elegidos» que la pasada noche del 22 de junio -inicio de la temporada estival- tuvieron la suerte de participar en esta original cena secreta en pleno curro de Sabucedo, pudieron vivir una aventura mucho más sosegada e idílica con un menú degustación a cargo del chef Adrián Albino, del restaurante vigués Niño Corvo, y amenizada, además, por el dúo de cuerda, Corcheas en el sofá.
Pero lo más significativo si cabe de esta cita fue que ninguno de los asistentes supo hasta el último momento dónde se iba a celebrar la velada.
De ahí la sorpresa que todos ellos se llevaron cuando, ese mismo sábado, recibieron un Whatsapp con la hora y la localización exacta del sitio donde iba a tener lugar la cena: el curro de Sabucedo.
Tan solo una semana antes eran conocedores de que se celebraría en A Estrada pero desconociendo, por completo, cuál sería la ubicación concreta ni el chef que cocinaría para ellos, ni el menú ni nada de lo que podría pasar.
Ese misterio y secretismo que rodea a las Cenas Secretas es lo que hizo que, en este caso, las entradas se agotaran en menos de 3 minutos. Y en A Estrada se juntó un grupo de personas que, aunque algunas de ellas ya repetían experiencia, la mayoría era la primera vez que iban a tener esta vivencia, y lo hacían sin saber muy bien qué les esperaba.
Personas llegadas de Vigo, Ordes, A Coruña, Vilalba… o de la propia A Estrada -en este caso ganadores en el último momento de un sorteo de una cafetería local que se celebró la misma tarde del evento-, hacían un corro a las puertas del curro donde los recibió Graciela Castro, CEO de la empresa organizadora ONyVÁ Eventos, para darles la bienvenida y explicar «muy por encima» lo que estaba a punto de suceder.
Primeras presentaciones para conocer un poco más a los ´compañeros´ de mesa con los que se pasaría la especial velada fueron el preludio de la apertura de puertas del curro de Sabucedo, donde se desveló así el secreto mejor guardado de la Cena Secreta: una increíble mesa alargada para todos los asistentes con una exquisita decoración y la presencia de los fogones de los responsables de Niño Corvo acompañados, en la zona de butacas, del dúo de cuerda y violín amenizando el ambiente con una cuidada selección musical.
Una experiencia de mar
Comenzaba así una experiencia culinaria y gastronómica que, pese a estar en el interior de la provincia y en lo más profundo de la naturaleza del Deza, se caracterizó y giró en torno a los productos del mar: clave en la cocina de Niño Corvo.
Sin embargo, su chef Adrián Albino también tuvo en cuenta a los productores locales a la hora de realizar el menú. Y todo ello con el maridaje de las cervezas Alhambra, principales patrocinadores del evento.
Y así, un menú degustación en pleno ‘set’ de la tradicional Rapa das Bestas, que empezó con un aperitivo a base de mantequilla Airas Moniz con galletas Mariñeiras; Navaja de mar y tierra y Falsa anchoa de atún rojo.
Para continuar después con los platos principales y las mejores selecciones de Alhambra: Ceviche de bonito curado; Caballa soasada con arroz de sushi y sésamo; Taco de bonito aliñado con maracuyá y huevo de codorniz; una versión propia de ensalada ´made in Niño Corvo´: tomate relleno; Sardina sopleteada sobre tosta de maíz, tomate y mole; Filloa de cocido de porco celta; para acabar la degustación con Bao de jarrete guisado con salsa de tamarindo y cacahuete.
En cada paso, Adrián Albino se encargaba de explicar a todos los comensales el plato que acababan de preparar en los fogones que se llevaron hasta el curro de Sabucedo para descubrir así, por completo, y de forma completamente sosegada, las delicias culinarias que ofrecieron en la cena degustación y cómo estaban elaboradas.
Sin embargo, faltaban los postres, donde fueron protagonistas una Brocheta de frutas y la peculiar y única ‘Casi tarta de la abuela’ de Adrián Albino.
Todo un lujo para los paladares y toda una experiencia culinaria que se ofreció en A Estrada de la mano de Cenas Secretas y Niño Corvo, un maridaje perfecto que encandiló a todos los presentes que, seguramente, querrán repetir en otros puntos de la Comunidad.
Lista de espera para un formato original
Y es que la exclusividad y el misterio que envuelven las Cenas Secretas deja poso y es algo que muchos quieren volver a vivir. El procedimiento habitual que siguen los responsables de las Cenas Secretas con cada cita que proponen pasa por avanzar simplemente la fecha de celebración sin desvelar la localización y el lugar exacto donde se desarrollan estas veladas. Luego, ponen a la venta las entradas -que superan los 100 euros por persona- y, tras ellos, van enviando indicaciones a los afortunados que se hicieron con alguna de ellas.
Sin embargo, existe una gran lista de espera que puede llegar hasta las 200 personas. Y es que este original formato llama mucho la atención de los amantes de la buena gastronomía y de las experiencias turísticas.
Con todo, por ahora solamente se organizan cuatro cenas al año en Galicia, una por cada provincia. Y el próximo 11 de julio será el turno de A Coruña. Las entradas ya están agotadas, esperando a la última oportunidad de este año, que será en algún lugar mágico de la provincia de Ourense.