El Fricandó es un plato que conocí gracias a mi abuela «la yaya» y que, aunque de origen francés, es típico de Cataluña. A lo mejor, después de dos generaciones probablemente se haya convertido en un Fricandó a la gallega. A ver qué os parece.
INGREDIENTES
Filetes finos de cinta de lomo de cerdo (suelo calcular 3/4 por persona).
Setas, si son rovellons mejor que mejor. La cantidad depende de quién las coma. Para cuatro, por ejemplo sobre 200gr está bien (una bandeja pequeña).
Champiñones laminados (bandeja pequeña) opcional.
1 cebolla.
Harina, pimienta blanca molida, sal, media pastilla de caldo de carne Knoor (si tenéis caldo hecho, mejor).
MODO DE HACERLO
Se pone sal a los filetes y se pasan por harina.
En una tartera (mejor de borde bajo y amplia), con aceite de oliva (sabor suave) se fríen vuelta y vuelta, y se reservan. Al freírlos, a veces se pegan pero no os preocupéis, con una cuchara de palo se despegan sin problema.
Se corta la cebolla muy picadita y en la misma tartera se fríe, bajando antes un poco el fuego, sacando algo de aceite, si es necesario (para la cebolla no hace falta tanto) y despegando con una cuchara de palo los restos de harina de freír los filetes. Cuando la cebolla ya esté blandita se ponen las setas, si son muy grandes se cortan, y los champiñones. Se les echa sal y siempre a fuego lento hasta que suelten el agua. Cuando se haya evaporado prácticamente el agua, se ponen encima los filetes y se cubren con caldo o agua con la media pastilla de caldo de carne. Probad si está bien de sal y si no rectificar. Añadir un poco de pimienta blanca y dejar cocer a fuego lento entre 30-45 minutos tapado. Vigilad por si se pega la carne, movedla con cuidado de vez en cuando.
El agua se irá evaporando y se convertirá en una salsita menos líquida. Si no es así podéis tenerla un rato destapada para que se evapore algo más.
El secreto del plato es que cuanto mas tiempo esté la carne cociendo, mas tierna quedará y los niños podrán cortarla ellos solos sin problema.
Para acompañarla va bien puré de patata, arroz blanco o incluso pasta cocida (lazos, tiburones…).
Lo bueno es que se puede hacer con antelación y calentarlo a la hora de comer.
¡Bon appétit!