El popular programa ‘Masterchef’ ha comenzado recientemente la emisión de su undécima temporada, que ha desatado nefastos recuerdos en multitud de aspirantes. La cocinera viguesa Carmen Albo se encuentra entre quienes han denunciado el “maltrato” recibido durante los procesos de selección, que estarían amañados. No solo lo ha hecho público la chef de ‘Guisándome la vida’, sino un largo número de personas que participaron en el casting. Esa sucesión de quejas invitó precisamente a Albo a compartir ahora su experiencia.
Tras avanzar hace unos días que próximamente colgaría una entrada en su blog, la cocinera local ha publicado este miércoles un detallado artículo -titulado ‘El timo de Masterchef’- en el que relata lo vivido el pasado mes de diciembre en la Plaza de Oriente de Madrid. Allí se juntaron en torno a 900 personas para luchar por un puesto en el programa. Pero las ilusiones se vieron truncadas a medida que avanzaba la grabación.
Según explica Albo, “desde el primer momento vimos a quién se grababa con especial interés y tiempo”. “Vimos como cuando nos dieron la orden de emplatar, había quien no lo hacía, se dedicaba a ver el reloj y en un momento determinado y a 5 minutos del final del tiempo, comenzaba a montar su plato. En ese momento, ¡oh casualidad!, llegaban las cámaras y grababan el proceso completo”, relata en su blog.
Esto ocurría incluso con concursantes cuya comida parecía poco apetecible. “Recuerdo dos langostinos tísicos envueltos en un jamón seco y morado y unos rastrojos de colores hechos con diferentes argamasas”, comenta. “Otra concursante de mi zona que grababan mucho (…) también fue, casualmente, seleccionada”, añade.
Esta forma de proceder suscitó sospechas entre el resto de aspirantes, que empezaban a sentirse como “extras” de un proceso amañado de antemano. “Todos vimos trampas manifiestas”, señala Albo, que habla de “engaño”. Esta situación generó mucha frustración en la gente que había invertido dinero en este casting –en ocasiones, “prestado”-, ya que los gastos corren a cargo de cada concursante.
Desconsideración
Pero las protestas se extendieron más allá. Fueron muchas horas de grabación en pleno diciembre, con mucho frío en Madrid. Y ‘Masterchef’ no proporcionó ni comida ni calor. “Además del engaño para embaucar a 900 almas en aquel gélido domingo madrileño, quizá lo más innecesario e inesperado fue el trato denigrante que como concursantes recibimos”, prosigue Carmen Albo, que ya había puesto sobre aviso a su reclutador, que le invitó a llevar “algo caliente y un snack”.
“Un bidón de caldo hirviendo y un cocido no hubiese sido suficiente para sobrellevar aquella espera y aquel frío”, replica Albo tras la “desconsideración” sufrida. “Ni tan siquiera nos obsequiaron con una simple bolsa de avituallamiento por participante y/o acompañante. Igual nadie se cree que no nos dieron ni una mísera botella de agua”, lamenta la cocinera viguesa.
Encima, hubo ración doble de esperas: “Se grabó todo dos veces (y fueron horas) porque Jordi Cruz llegó tarde sin que nadie pidiese disculpas ni diese la más mínima explicación al respecto”.
Al final, fueron 11 horas de grabación, siempre de pie, que acabaron con la paciencia de las personas allí presentes. En las redes se pueden ver vídeos de abucheos y gritos de “fuera” entre los candidatos, ya que han sido varios los que han difundido su malestar por lo ocurrido, como es el caso de Cris Ortiz, que supera los 25.000 seguidores en Instagram.