Nos merecemos tratarnos con cariño, y para eso nada mejor que unas magdalenas caseras para desayunar o para merendar. Porque nosotros lo valemos. Porque no cuesta nada hacerlas y porque la repostería casera es uno de los mejores bálsamos ante el final del verano. Encarando la llegada del otoño con alegría, con energía y con ganas. Y si le ponemos un poquito de chocolate, mejor que mejor, ¿no creéis?
Ingredientes:
390 g de harina.
2 1/2 cucharaditas de levadura química.
1/4 cucharadita de bicarbonato sódico.
1/2 cucharadita de sal.
75 g de mantequilla {a temperatura ambiente}.
4 cucharadas de aceite de girasol.
265 g de azúcar.
2 huevos.
1 1/2 cucharaditas de extracto de vainilla.
175 ml de leche.
125 g de nata líquida para montar.
1 cucharada de zumo de limón.
100 g + 50 g de chips de chocolate.
cápsulas de papel para magdalenas.
Preparación:
Precalentamos el horno a 200ºC. Colocamos las cápsulas de papel sobre unas bandejas de horno.
En un bol, mezclamos, con ayuda de las varillas, la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal. Reservamos.
En otro bol, batimos la mantequilla, 1 cucharada de aceite de girasol y el azúcar hasta que esté pálido y esponjoso, con textura como de helado. Entonces, añadimos las otras 3 cucharadas de aceite y seguimos batiendo.
Añadimos los huevos, uno a uno, incorporando muy bien uno antes de añadir el siguiente. Con el segundo huevo añadimos también el extracto de vainilla.
En una tacita mezclamos la nata líquida con el zumo de limón. Removemos con una cucharita hasta que espese. Esta mezcla es el sustituto casero para eso que en las recetas extranjeras llaman «sour cream» o crema agria.
Mezclamos esta nata con limón con la leche.
Incorporamos a la masa 1/3 de la mezcla de leche y nata, mezclamos bien y añadimos 1/3 de la mezcla de harina. Vamos alternando ambos ingredientes hasta haber incorporado la totalidad de ambos.
Finalmente, añadimos 100 g de chips de chocolate y removemos. Repartimos la masa en las cápsulas de papel, llenándolas hasta los 2/3 de su capacidad. Decoramos por encima con los 50 g de chips de chocolate restantes.
Horneamos a 200ºC durante unos 15 minutos y dejamos enfriar sobre una rejilla. Una vez frías las magdalenas, las guardamos en un recipiente hermético para conservarlas durante más tiempo.