La cervecera Mahou San Miguel informó de que ha destinado más de 12 millones de euros en 2020 a contribuir a la recuperación de la hostelería gallega, seriamente afectada por las restricciones impuestas a los establecimientos como consecuencia de la pandemia. Esta inversión se enmarca en un Plan Global de Apoyo a la Hostelería que la compañía puso en marcha al inicio de la crisis sanitaria con el objetivo de ayudar a reducir el grave impacto que esta situación estaba causando a bares y restaurantes y favorecer su recuperación una vez abrieran sus puertas.
La primera gran acción de este Plan fue una aportación extraordinaria de cerveza y agua para facilitar, tras el confinamiento domiciliario, la reactivación de los negocios de Hostelería; una iniciativa de la que se beneficiaron 6.000 establecimientos gallegos y que supuso para ellos una facturación estimada cercana a los dos millones de euros. Otra de las medidas implementadas por la cervecera fue el acondicionamiento de los espacios exteriores de los bares y restaurantes con la llegada del frío, invirtiendo tres millones de euros en cerramientos, mobiliario para las terrazas y estufas. Esta iniciativa fue clave para que los hosteleros pudieran seguir desarrollando su actividad mientras no estaba permitido hacerlo en el interior y, de esta forma, los consumidores pudieran socializar de forma más segura.
Diversas activaciones para generar tráfico a los establecimientos con la máxima seguridad, el desarrollo de labores de higienización de los locales o el asesoramiento a clientes en materia legal y en el ámbito de la digitalización completan este Plan de Apoyo a la Hostelería.
“A pesar del fuerte impacto de esta crisis en nuestra Compañía, quisimos que nuestros clientes hosteleros gallegos nos sintiesen cerca, con medidas reales que ayudasen a reactivar sus negocios” –asegura Peio Arbeloa, Director General de la Unidad de Negocio España de Mahou San Miguel-. “Nuestro compromiso con la Hostelería es histórico y de largo plazo y, por ello, a lo largo de 2021 continuaremos planteando iniciativas que reduzcan los efectos de esta crisis y tendremos un rol activo para impulsar la transformación del sector, contribuyendo a asegurar su sostenibilidad futura”, añade Arbeloa.
Para Mahou San Miguel, impulsar el progreso económico y social de las comunidades en las que está presente es una prioridad. La cervecera cuenta actualmente con más de un centenar de profesionales en Galicia repartidos entre su oficina comercial, situada en Santiago de Compostela, y su negocio de distribución propia, Voldis Coruña, que en 2020 unificó sus almacenes y realizó una significativa inversión en el ámbito tecnológico, dotando a su equipo de las herramientas digitales más punteras para un mejor desempeño de sus funciones.
Además, Mahou San Miguel realiza anualmente compras por valor de 10 millones de euros a sus más de 60 proveedores de origen gallego, contribuyendo así al tejido empresarial local. En este sentido, y en palabras de Peio Arbeloa, “Galicia es una comunidad muy relevante para nosotros donde nuestros productos están cada vez más presentes y donde cada vez generamos más empleo directo e indirecto. Queremos tener un rol activo en el desarrollo económico y social gallego y seguir generando valor local”.
Un año complejo que la Compañía logró cerrar con un ligero beneficio
Mahou San Miguel logró cerrar 2020 sin pérdidas, obteniendo un beneficio neto de 2,3 millones de euros, lo que supone una caída del 98% respecto al ejercicio anterior. Este resultado, muy alejado de los registrados en años previos, ha sido consecuencia del impacto de la situación sanitaria provocada por el COVID-19 y las medidas implantadas para contribuir a paliarla, como los cierres y las restricciones en los establecimientos hosteleros. A esto se añade el deterioro del valor de sus negocios por la crisis y el importante esfuerzo inversor realizado para proteger el empleo y apoyar la Hostelería.
En 2020, la cifra de negocio de la Compañía cayó un 10,5%, hasta los 1.252,8 millones de euros, mientras que su EBITDA se redujo casi a la mitad respecto al ejercicio anterior, situándose en los 166,3 millones de euros. Por otro lado, sus ventas globales disminuyeron un 8,2% hasta los 17,7 millones de hectólitros, de los que 13,5 correspondieron a cerveza y 4,2 a agua mineral, de sabores y funcionales. Un retroceso mucho más acusado en el Canal de Hostelería, donde en el conjunto del año cayeron un 36,4% frente a 2019, lo que en ningún caso compensó el buen desempeño en el Canal de Alimentación (+10%).