Con el tiempo, se ha convertido, no sólo en un referente de la cocina sureña, sino en una tarta de renombre internacional. Es una receta laboriosa, que requiere su tiempo, aunque no es difícil. Ahora que llega la época de comidas familiares, festividades y celebraciones, quizás sea un buen momento para probar esta delicia y lucirnos ante nuestros invitados.
Ingredientes:
Para la base de galletas:
2 rulos de galletas Oreo (aproximadamente 300 g).
50 g mantequilla.
Para el bizcocho de chocolate sin harina:
28 g de mantequilla.
85 g de chocolate negro.
1 cucharadita de café soluble.
una pizca de sal.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
3 huevos, separadas claras de yemas.
Para el pudding de chocolate:
75 g de azúcar.
22 g de cacao puro en polvo.
15 g de maicena.
una pizca de sal.
2 yemas.
300 ml de leche.
20 g de mantequilla.
50 g de chocolate negro.
2 hojas de gelatina neutra.
Para la cobertura de nata:
350 g de nata para montar.
2 cucharadas de azúcar glas.
cacao puro en polvo para decorar.
Preparación:
La base de galletas:
Trituramos las galletas Oreo (con su crema) y las mezclamos con 50 g de mantequilla derretida. Cuando hemos hecho la masa, la extendemos en el fondo de un molde desmontable. Reservamos en la nevera.
El bizcocho de chocolate:
Para preparar el bizcocho, por un lado, derretimos el chocolate con la mantequilla en el microondas, con cuidado de que no se nos queme. Dejamos templar. Montamos las claras bien firmes con la mitad del azúcar. Reservamos.
Con ayuda de unas varillas, batimos las yemas con el resto del azúcar, hasta que se tornen blanquecinas y aumenten de volumen. Añadimos el chocolate, el café soluble, la esencia de vainilla, una pizca de sal. Por último, vamos añadiendo las claras despacio, mezclando con movimientos envolventes, con cuidado de que no se bajen.
Vertemos la masa del bizcocho sobre la base de galletas, y lo horneamos a 180ºC, entre 25-30 minutos. Dejamos enfriar.
El pudding de chocolate:
Una vez que está el bizcocho frío, podemos empezar con el paso siguiente. Ponemos las hojas de gelatina a remojo en un cuenco de agua fría.
Mezclamos bien, con cuidado de que no queden grumos, las yemas, el cacao en polvo, la maicena y una pizca de sal. Por último, le añadimos la leche poco a poco.
Ponemos a fuego medio, removiendo constantemente, hasta que empiece a hervir. Para entonces, ya habrá espesado, y tendremos una suave crema de chocolate. Añadimos el chocolate troceado y la mantequilla, y removemos hasta que se hayan derretido con el calor de la crema. Escurrimos las hojas de gelatina y también las añadimos, y removemos bien.
Dejamos templar unos quince minutos, y vertemos sobre el bizcocho. Tapamos con film, bien pegadito a la crema de chocolate y dejamos enfriar un mínimo de 3 horas en la nevera. Yo lo dejé hasta el día siguiente.
La cobertura de nata:
Montamos la nata bien fría hasta que esté muy firme, junto con el azúcar glas. Ponemos por encima del pudding de chocolate. Espolvoreamos con cacao en polvo y servimos.