Enclavado en la parroquia de Oia, a escasos kilómetros del centro de Vigo, se encuentra O Carro, un rincón que ha desafiado la corriente del tiempo. Con más de cuatro décadas de historia, este establecimiento ha tejido una narrativa culinaria que rinde homenaje a los sabores auténticos y tradicionales de la región.
La historia de O Carro nos transporta a una época donde la perseverancia y el amor por la buena comida eran las piedras angulares de su creación. Fundado en 1979 por la familia de Juan, esta modesta pizzería nació como un proyecto con un sabor diferente y genuino en una época donde las opciones gastronómicas en la ciudad eran limitadas. O Carro emergió con una propuesta audaz: auténticas pizzas cocidas en horno de leña. Las recetas familiares, enriquecidas por experiencias en Uruguay, se fusionaron para dar vida a una experiencia culinaria única.
Corazón y alma
Sin lugar a duda, el horno de leña se convirtió en el corazón y alma de O Carro, impregnando cada platillo con un carácter único. Esos aromas que flotan en el aire son un recordatorio constante de la pasión con la que esta familia ha regentado el restaurante a lo largo de los años; desde entonces hasta hoy, esta tradición ha perdurado, transmitiendo el secreto de generación en generación. Es este enfoque artesanal el que infunde a cada plato un toque especial y un sabor que no se encuentra en cualquier lugar.
O Carro no se limita a ser simplemente un lugar para disfrutar de la buena mesa; es un portal al pasado. Tanto lugareños como visitantes que regresan a Vigo después de un tiempo encuentran en él un lugar donde el pasado y el presente convergen gracias a los aromas y sabores. Una vuelta a esos momentos especiales, a las emociones de una primera cita o a la nostalgia de días pasados.
A medida que uno se deja llevar por la tradicional carta, los ojos también son recompensados con unas vistas que enmarcan un paisaje impresionante. Las Islas Cíes se perfilan en el horizonte, añadiendo un toque mágico al encanto nostálgico del lugar. O Carro no es la elección para aquellos que buscan una alta cocina sofisticada; aquí, el enfoque está en honrar la autenticidad, preservando los sabores tradicionales que han acompañado a la modesta pizzería durante más de cuatro décadas y brindando una experiencia que se siente auténtica, acogedora y familiar.
Juan, de la segunda generación, nos habla del legado que busca transmitir y, aunque el futuro es incierto (no sabemos si el horno continuará ardiendo en la tercera generación, liderada por Hervé), la esencia que ha guiado a O Carro a lo largo de las décadas seguirá colmando a aquellos que buscan autenticidad por lo menos hasta la próxima primavera.
Rincón culinario
En resumen, O Carro es un rincón culinario que trasciende las barreras del tiempo, donde los sabores genuinos y los recuerdos se fusionan, aportando una experiencia que captura la esencia del tiempo, las emociones de aquella primera cita o la nostalgia de días pasados, y nos transporta de vuelta a ellos en cada bocado.