Cuando el cliente entra en Marabú (García Barbón, 30) se encuentra en un espacio gastronómico de corte elegante y contemporáneo de 170m2 y cocina abierta. “No somos el típico restaurante con mantel blanco en el que comes y después te duermes”, describe gráficamente su propietario, Guillermo Tacón, propietario e ideólogo de Marabú. Y, efectivamente, en el nuevo restaurante se come sin mantel.
Cumple con la tendencia actual de cocina vista y los platos se elaboran ante los comensales. Los camareros de Marabú cumplen un papel esencial en la filosofía del espacio, que es la de romper la barrera entre el cliente y el trabajador. Para ello ofrecen un “espectáculo” particular: mientras presentan la composición y ofrecen datos acerca del producto, acaban de elaborarlo en la propia mesa.
El costillar de vaca se cocina a baja temperatura y, cuando sale de cocina, se “deshebra” ante el comensal, que durante el proceso charla con el camarero y se hace un taco mexicano. En el caso de la ‘Croca’, se juega con lo que el propietario denomina como “huevo 63” -porque está hecho a baja temperatura- bajo una lluvia de queso Galmesano (equivalente gallego al parmesano italiano). El ‘show’ continúa hasta la hora de los postres, Tacón toma de ejemplo el Lava de Marabú para ilustrar la experiencia: una esfera de chocolate cubre un bizcocho, se debe romper la estructura en la mesa para disfrutar del plato.
“Ingredientes de proximidad”
“Somos novedosos sin pasarnos de rosca”, indica antes de ahondar en la calidad de su materia prima: “Son ingredientes de proximidad: el pescado es de las lonjas de O Grove y Arousa, otros proveedores trabajaban ya con mi bisabuela (el regente de Marabú es miembro de una familia de hosteleros) y ningún producto es procesado.
La denominación del restaurante hace alusión a la marca de carbón que utilizan para hacer la brasa, que coincide con el nombre del primer avión que tomó una fotografía aérea de la ciudad de Vigo: “Queremos llegar tan alto como ese avión”, exclama Tacón.
El propietario del local se muestra muy agradecido por la acogida de su propuesta en la ciudad olívica: “Hay clientes a quienes no conocíamos y vienen cuatro veces al mes, yo diría que es un buen comienzo”. Marabú existe desde el pasado 1 de diciembre.
Cocina a la brasa
La carta de Marabú contempla carnes, pescados, mariscos y arroces y más del 95% de su menú, incluidos los postres, pasan por la brasa en algún momento del proceso. Sin embargo, Tacón insiste en alejarse del concepto de “asador” al referirse a su restaurante.
“Nuestra comida se basa en el fuego, el sabor ahumado, las brasas, el carbón… pero no somos tenemos los platos típicos que sirven en ese tipo de establecimientos sino que aplicamos la técnica a una cocina variada y contemporánea para conseguir el sabor único y genuino que da esta forma de cocinar”, aclara el hostelero que indica que precisamente ése es su factor diferenciador porque: “No hay ningún local de hostelería en Vigo que ofrezca algo así”.
Los precios de Marabú oscilan entre los 30 y los 45 euros de media y, antes de ir, conviene reservar enviando un mail a Reservas@marabucocinadebrasa.com o por teléfono a través del número 886-29-50-36.
Guillermo Tacón comienza su aventura en Vigo con entusiasmo: “No se vive de un mes ni de tres años, venimos para quedarnos”.