Como amante de la cocina exótica, he adaptado el pollo al curry que preparaba en casa para cocinarlo en la olla lenta, y os aseguro que queda de muerte lenta. Eso sí, si no disponéis de olla lenta, simplemente seguid las instrucciones y preparadlo en vuestra olla normal, hasta que el pollo esté bien tierno.
Ingredientes para 4 personas:
3 pechugas de pollo.
100 g de cebolla.
50 g de pimiento rojo.
50 g de pimiento verde.
50 g de puerro.
1 zanahoria.
100 g de tomate triturado.
50 g de leche de coco.
100 ml de coñac o brandy.
100 ml de agua o caldo de pollo.
1 cucharadita de curry.
sal.
pimienta negra molida.
aceite de oliva.
Preparación:
Limpiamos bien las pechugas para que no tengan excesos de grasas, huesecitos o pieles. Salpimentamos.
Calentamos un fondo de aceite de oliva en una sartén y doramos las pechugas enteras. No tienen que cocinarse, simplemente queremos sellarlas y que así queden más jugosas, además de después tener un bonito color al servir, ya sabéis que en la olla lenta quedarían blanquitas de todo. Por supuesto, este paso aunque es muy recomendable, no es indispensable. Cuando las pechugas estén doradas, las reservamos en un plato.
En el mismo aceite sofreímos la cebolla, el puerro, los pimientos y la zanahoria, todo picado muy menudito. Cuando esté bien pochado, añadimos el coñac o brandy y dejamos que se cocine unos minutos para que se evapore todo el alcohol. Entonces añadimos el tomate triturado, la leche de coco, el curry y el caldo. Dejamos que hierva un par de minutos, y ponemos en el fondo de la olla lenta.
Ponemos encima las pechugas, junto con los jugos que hayan soltado y cocinamos 4 horas en temperatura alta. Cuando pase el tiempo, comprobamos que están tiernas (si fuese necesario, le ponemos algo más de tiempo) y servimos con el acompañamiento que más nos guste: cuscús, arroz blanco, patatas…
Si preferís, una vez retiradas las pechugas de la olla, podéis pasar la salsa al vaso de la batidora y triturarla, para que no haya tropezones.