Tan importante como beber agua, sin esperar a tener sed, es consumir otros alimentos que contengan líquidos y nos ayuden a mantener una hidratación adecuada. Así que utilizo algunos truquitos, nada demasiado original, para mantener a los peques fresquitos e hidratados; además aprovecho, como buena malamadre, e incluyo una buena porción de frutas frescas, que también son estupendas para hidratarse. Los ingredientes de estos sencillos polos son muy al gusto. Suelo utilizar los zumos y frutas que tengo por casa, así se convierten en una receta de aprovechamiento ideal para esa fruta que se nos va quedando demasiado madura por el fondo de la nevera.
Ingredientes:
Zumo (ya sea natural o envasado)
Trocitos de fruta variada: kiwi, mango, fresas, frambuesas, arándanos, piña…
Unos moldecitos para polo.
Preparación:
Cortamos la fruta en trocitos no demasiado pequeños, preparamos el zumo si es que lo vamos a hacer natural.
Colocamos trocitos de fruta variados en los moldes de polo, hasta llenarlos tres cuartos de su capacidad aproximadamente.
Rellenamos con zumo los moldes, colocamos las tapas y los palitos e introducimos en el congelador. Lo mejor es dejarlos toda la noche, para asegurarnos que estén perfectamente congelados.
Antes de servir, quitamos los polos de sus moldes. Si nos cuesta desmoldarlos podemos darles un poco de calor con las manos, o ponerlos un poquito debajo del grifo, para ayudar a que se despeguen las paredes.