Ingredientes:
Para el bizcocho:
180 g de mantequilla.
25 g de cacao en polvo.
90 ml de agua caliente.
90 ml de nata para montar, mezclada con una cucharadita de zumo de limón.
190 g de harina.
1 cucharadita de levadura química.
una pizca de sal
200 g de azúcar
3 huevos.
1 cucharadita de vainilla.
Para la cobertura de chocolate:
200 g de chocolate {con leche, o negro, o mezcla de los dos, a vuestro gusto}.
200 g de nata para montar.
25 g de mantequilla.
Preparación:
Precalentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo. Engrasamos las paredes de un molde, y cubrimos el fondo con papel de hornear. En un bol tamizamos la harina, la sal y la levadura química. Reservamos.
Mezclamos el cacao en polvo con el agua caliente hasta que esté bien disuelto. Dejamos templar y le añadimos la nata que habremos mezclado con una cucharadita de zumo de limón. Reservamos.
Batimos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar hasta que esté blanquecina y esponjosa, con la textura de un helado. Añadimos los huevos, uno a uno, sin dejar de batir, y esperando a añadir otro huevo hasta que se haya integrado bien el anterior. Añadir la vainilla.
Incorporamos la mitad de la harina; después el cacao que teníamos reservado; y añadimos el resto de la harina y terminamos de mezclar.
Ponemos la masa en nuestro molde, y lo llevamos al horno, unos 45 minutos a 180ºC. Dejamos enfriar completamente el bizcocho sobre una rejilla.
Mientras se hornea el bizcocho, preparamos una ganache con el chocolate que hayamos escogido. en mi caso, fue chocolate con leche. Ponemos en un bol el chocolate troceado y la mantequilla. Llevamos la nata a ebullición, y cuando hierva la vertemos con cuidado sobre el chocolate. Mezclamos bien, hasta que todo el chocolate y la mantequilla se hayan derretido, y tengamos una crema suave. Dejamos enfriar y la reservamos en la nevera, para que esté bien fría.
Montamos nuestra ganache con ayuda de unas varillas, como si se tratase de nata montada. Abrimos el bizcocho a la mitad con cuidado. Rellenamos con parte de la ganache, y luego cubrimos la tarta por encima con la misma crema.
Decoramos y reservamos en la nevera para que la crema tome consistencia.