Ingredientes:
Para el bizcocho:
250 ml de cerveza negra Guinness stout.
250 g de mantequilla, a temperatura ambiente.
250 g de harina.
75 g de cacao en polvo sin azúcar.
2 cucharaditas de levadura química.
400 g de azúcar blanco.
2 huevos.
1 cucharadita de vainilla líquida.
140 ml de nata líquida para montar (35% materia grasa).
Para la cobertura:
150 g de queso crema.
75 g de azúcar glas.
150 g de nata líquida para montar (35% materia grasa).
Preparación:
Ponemos a calentar en un cazo la cerveza, y en ella disolvemos la mantequilla. Este paso podemos hacerlo en nuestro hornillo normal, o en el microondas. Reservamos.
En un bol mezclamos con ayuda de unas varillas la harina, el cacao, el azúcar y la levadura. Reservamos también.
Batimos los huevos con la nata. Le añadimos la mezcla de cerveza negra y mantequilla. Mezclamos bien.
Integramos poco a poco los ingredientes secos que teníamos reservados. Mezclamos con nuestras varillas, para evitar que se formen grumos. Queda una mezcla relativamente líquida.
Precalentamos el horno a 180ºC. Forramos el fondo de un molde desmontable con papel de hornear, y untamos las paredes con mantequilla.
Cuando el horno esté caliente, vertemos la masa en el molde y horneamos al menos durante 50 minutos. Es un bizcocho muy húmedo, y los tiempos pueden variar mucho de un horno a otro, y dependiendo del tamaño del molde o de la altura del bizcocho. Así que, al cabo de esos 50 minutos, lo pinchamos con una brocheta y comprobamos si sale limpia; si no es así, le vamos añadiendo minutos, de diez en diez, por ejemplo, hasta que comprobemos que nuestro bizcocho está hecho. Mi horno por ejemplo, tiende a necesitar más tiempo, en este caso mi bizcocho tardó 1 hora y 10 minutos.
Desmoldamos en templado y dejamos enfriar el bizcocho sobre una rejilla. Si no lo vamos a decorar hasta el día siguiente, cuando esté frío, lo envolvemos en papel film y lo llevamos a la nevera, para que no se seque.
Para preparar la cobertura, montamos la nata con ayuda de nuestra batidora de varillas. En un bol mezclamos el queso crema con el azúcar glas, y cuando estén bien integrados, le vamos añadiendo la nata montada, poco a poco, y mezclando con delicadeza.
Repartimos por encima del bizcocho, de una forma rústica, simulando la espuma de la cerveza. Reservamos en la nevera hasta la hora de servir, para que la cobertura tome firmeza y no se nos desmorone al cortar.