La AESA ha recordado a todos los usuarios que tienen derecho a asistencia y al reembolso o transporte alternativo hasta su destino final. La agencia desplegará inspectores en los distintos aeropuertos para velar por que la compañía cumpla según lo establecido en el Reglamento No 261/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de febrero de 2004, sobre retrasos, cancelaciones y denegaciones de embarque, que protege los derechos de los pasajeros.
Las cancelaciones de vuelos por una huelga del personal de la propia compañía no es una circunstancia extraordinaria, según argumenta la AESA, un argumento al que se opone Ryanair y al que se suele aferrar en estas situaciones para no indemnizar a sus clientes. Así, según el ente dependiente del Ministerio de Fomento, la aerolínea está obligada a pagar compensaciones por la cancelación del vuelo si no ha avisado de la misma con, al menos, 15 días de antelación. Estas compensaciones varían en función de la distancia del vuelo cancelado. La mínima es de 250 euros y la máxima asciende a 600 euros.
Estas compensaciones económicas van más allá de la asistencia que la compañía está obligada a dar. Los pasajeros tienen derecho a la información, y para ello la compañía aérea debe entregarles un impreso con las condiciones de asistencia y compensación.
El pasajero tiene también el derecho de asistencia, es decir, la aerolínea tiene que darles comida y bebida suficiente. También tienen derecho a realizar dos llamadas telefónicas o acceso al correo electrónico y, si fuese necesario, a una o más noches de alojamiento, así como al transporte entre el aeropuerto y el lugar de alojamiento. Esta asistencia tiene que pagarla la compañía aérea, no puede pedirle al pasajero que la abone él y luego la reclame.
Reembolso o transporte alternativo disponible
En caso de cancelación, el pasajero tiene derecho a elegir entre el reembolso del billete o que la compañía le proporcione un transporte alternativo hasta el destino final lo más rápidamente posible.
En caso de elegir el transporte alternativo, la compañía debe buscar la opción más rápida. Por ello, no puede ofrecer únicamente plazas en vuelos propios, o uno o varios días después si existen plazas disponibles en otras compañías en ese mismo día, algo que también suele generar conflictos con Ryanair.
El transporte alternativo es hasta el destino final y es responsabilidad de la compañía abonar el mismo, por lo que ésta no puede pedir al pasajero que adelante el coste de dicho transporte.
Retrasos por la huelga
En caso de retrasos de dos o más horas en la salida del vuelo, los pasajeros tienen derecho a información y derecho a asistencia, aunque la demora está condicionada a una serie de límites temporales en función de la distancia del vuelo.
Si el retraso es de 5 horas o más, el pasajero tiene derecho a recibir el reembolso del billete en caso de que ya no desee viajar. El usuario debe tener en cuenta que, en caso de retraso y optar por el reembolso y, por tanto, no viajar, ya no tendrá derecho a recibir la compensación económica por el retraso del vuelo de más de tres horas en destino final.
Los retrasos en las llegadas se pueden reclamar cuando se llega al destino final tres o más horas después de la llegada inicialmente prevista por la compañía aérea. En ese caso, el pasajero puede tener derecho a una compensación idéntica a la que le correspondería en caso de cancelación de un vuelo.
Reclamar los derechos
En caso de que considere que la compañía no ha respetado sus derechos, establecidos en el Reglamento 261/2004, debe reclamar ante ella y, si no está de acuerdo con su respuesta, puede presentar una reclamación, de forma totalmente gratuita, ante AESA.
Desde AESA se analizará si hubo incumplimiento del Reglamento y emitirá un informe con el resultado de sus actuaciones. Si este es positivo para el pasajero y la compañía no lo atiende, podrá acudir a la vía judicial, para lo cual el informe positivo de AESA le será de gran utilidad. Los pasajeros cuentan con el recurso de la vía judicial para solicitar una indemnización por daños y perjuicios y pueden ejecutarlo en cualquier momento del proceso.
Petición del PP vigués
Por su parte, el PP de Vigo ha demandado al Concello que las compañías subvencionadas dispongan de un plan de contingencias ante la cancelación de vuelos con el objetivo de evitar, como ha sucedido en las últimas semanas, “que muchos usuarios se queden tirados y sin alternativa”.
El concejal Diego Gago ha puesto como ejemplo el caso de Ryanair, que canceló once vuelos durante la reciente sustitución del sistema antiniebla de Peinador “sin ofrecer ninguna alternativa a los usuarios” pese a contar con una subvención anual del Ayuntamiento de 1,5 millones de euros.
“Es cierto que a los afectados se les devolvió el precio del billete, pero no se les facilitó ninguna alternativa de transporte dejando a 2.000 personas tiradas”, ha continuado Gago, quien ha exigido que, de cara a futuros contratos realizados con inversiones de dinero público, se obligue a las compañías a garantizar una alternativa al usuario para poder llegar a destino.