Para quien no lo haya recorrido aún, el Camino de Santiago siempre será una tarea pendiente. Es una experiencia que va más allá de lo turístico, es renovar la fe no sólo religiosa, sino la fe que cada persona tiene en sí misma. El Camino Francés es el predilecto de la mayoría, siendo el periplo desde Sarria la mejor opción, por ser sencilla pero a la vez hermosa.
Una de las experiencias que la mayoría de los españoles busca vivir, y que ningún turista extranjero quiere perderse, es recorrer el Camino de Santiago. La principal motivación que mueve a miles de personas cada año para acudir es religiosa, así ha sido prácticamente desde el siglo IX, cuando los primeros peregrinos comenzaron a realizar el periplo, convirtiéndose en uno de los hechos culturales y religiosos más trascendentales de la Edad Media.
El objetivo, el mismo que en la actualidad, hacer el largo recorrido hasta llegar al sepulcro de Santiago de Compostela, un sitio que se consolidó para su veneración. Es una ruta con una gran riqueza histórica y repleta de aventuras y leyendas que bien vale la pena conocer.
Pero no sólo por razones religiosas, miles de personas recorren el Camino de Santiago, muchos lo hacen atraídos por todas las maravillas naturales que se pueden disfrutar, sin duda, una manera muy diferente de hacer turismo, que cada día gana más adeptos. Los andantes van descubriendo poco a poco cada lugar, disfrutando plenamente de cada trayecto y sus múltiples atractivos.
Para quienes aman el senderismo y la actividad física, hacer el Camino de Santiago también es una alternativa única, que combina el ejercicio con el disfrute del turismo. Se recorren 25 kilómetros diarios relativamente, con una gran cantidad de lugares para detenerse y reponer fuerzas, así que es una buena alternativa para todas las edades, de manera que cada persona lo puede hacer a su ritmo y nivel de dificultad.
Iniciar desde Sarria es una excelente opción
El Camino de Santiago tiene varias rutas, escoger una es de las principales dudas que se tienen, por parte de quienes deciden realizar el peregrinaje. El más conocido y concurrido es el Camino Francés, de hecho, se estima que lo transita un porcentaje bastante superior de peregrinos con respecto a las otras vías, ya que se habla de un 85%.
Hacer esta ruta del Camino de Santiago desde Sarria es la opción predilecta de la gran mayoría, sobre todo para quienes lo recorren por primera vez, siendo los meses estivales los de mayor afluencia.
Es el favorito de muchos, ya que se trata de un camino sencillo, pero a la vez muy hermoso, ideal para quienes no quieren dejar de vivir la experiencia de recorrer el Camino de Santiago, pero no cuentan con la posibilidad de dedicarle un mes a esta aventura, el tiempo que sería necesario para hacer una ruta más larga.
Al ser uno de los más transitados, cuenta con servicios de alta calidad, excelente señalización e, incluso, transporte. El recorrido comprende los últimos 100 kilómetros y las cinco etapas finales que son necesarias para recibir la certificación del peregrino, es decir, es el tramo mínimo que debe cumplir “la Compostela”, el diploma que avala que la persona ha completado el Camino de Santiago.
Las 5 etapas desde Sarria
Las etapas que comprende el Camino de Santiago desde Sarria ser pueden resumir de la siguiente forma:
- Sarria – Portomarín: tiene 22,75 km de recorrido, con hermosos parajes, aldeas y sitios que visitar, como el Santuario da Nosa Señora dos Remedios y la Iglesia de Santiago de Barbadelo, muy llamativa, al estar decorada con conchas de vieiras.
- Portomarín – Palas de Rei: al llegar a Portomarín ya seguramente sea de noche, por lo que tocará alojarse en el lugar. Al día siguiente comienza la ruta hacia Palas de Rei, atravesando paisajes de incalculable belleza. Son 25 km.
- Palas de Rei – Arzúa: para completar esta etapa se deben recorrer 29 km. Un lugar de parada obligatoria es Melide, ya que es el sitio ideal para degustar uno de los platos más representativos de España: el famoso pulpo a feira.
- Arzúa – O Pedrouzo: es uno de los trayectos más cortos, de 19,1 km. Como por lo general se llega de noche, la mayoría se aloja en la zona, para al día siguiente, seguir con energía el recorrido hasta O Pedrouzo, donde los caminantes se detienen a contemplar la Iglesia Santa Eulalia de Arca, entre otros llamativos lugares.
- O Pedrouzo – Santiago de Compostela: es la última etapa, que consta de 20 km. Es uno de los tramos más emocionantes, sobre todo cuando empiezan a verse las torres de la Catedral.
Una experiencia que puede llegar a cambiar la vida
Hacer el Camino de Santiago va mucho más allá de ser sólo una actividad turística, es un viaje para renovar la fe, no sólo en el aspecto religioso, sino en el ámbito personal. Es renovar la fe en nosotros mismos y en todo lo que podemos lograr.
Hacer el Camino de Santiago es viajar al interior de uno mismo y así lograr un redescubrimiento que ayude a renovar la vitalidad y la energía. Para muchos no se trata de un mero entretenimiento, es una experiencia de crecimiento personal, porque es un tiempo en el que se deja de lado el ritmo de vida.
Es un tiempo ideal para “desconectar” del mundo de hoy, en el que internet y las redes sociales lo son todo, y centrarse en qué es lo que realmente se necesita para ser feliz.
A la par de eso, es un periplo en el que se conoce la verdadera solidaridad y ayuda al prójimo, es decir, el egoísmo no tiene cabida. Entre peregrinos que incluso se conocen durante la travesía, es habitual apoyarse sin que impere el estatus o la clase social.
La combinación de lo hermoso de la naturaleza con la riqueza cultural de este viaje, sin duda, es una de las experiencias más completas que una persona puede tener. Quien no haya recorrido el Camino de Santiago, declarado el Primer Itinerario Cultural de Europa, en especial, la ruta desde Sarria, debe desde ya debería considerarlo como una prioridad para enriquecer el espíritu y lograr llenarse de esa paz interior que se pierde con el día a día y que en estos días de aventura se puede recuperar.