Son las 9 de la mañana y llego al pueblo de Serapio donde se ve una subida hacia una capilla con un bonito palomar y un viacrucis hasta la capilla.
En menos de un kilómetro ya veo el río Lérez y le quito la primera foto del día.
El primer puente que me encuentro es el de Pedre, un puente de 67 metros de longitud por unos 10 de altura en su punto más elevado.
Accediendo por un camino con muy mala señalización que hace que me pierda un par de veces llego al pueblo de Pedre, donde lo primero que veo es esta Eira Grande de Pedre, donde se encuentra la iglesia, el rectoral, el cementerio, la Casa del Pueblo y un conjunto de ocho canastros. También se le conoce como el Combarro interior.
La siguiente es la iglesia de San Estevo de Pedre, de la cual no encuentro información en internet pero me parece interesante y no dudo en sacarle una foto.
Ahora asciendo por una calle empedrada hasta el centro del pueblo que está considerado como ejemplo de arquitectura popular. Cruzo el camino por un paso elevado encimade la N-541 y sigo por un camino donde me encuentro con esta casa rural pero en un tramo en el que me había perdido una vez más.
El segundo puente, después del románico de Pedre, es este de Vichocuntín. Si el río no va demasiado lleno se puede atravesar y salir desde ahí a la carretera para tomar el sendero oficial. Fue realizado en el año 1852 con motivo de la construcción de la carretera entre Barbantes y Pontevedra y está construido en sillería de granito, con un solo arco rebajado de 35 metros de largo, ocho de ancho y 25 de alto.
Dos kilómetros más arriba paso junto al conjunto de San Antón, que está integrado por una calzada, un puente, una capilla y un cruceiro que destacan en belleza porque, además, están rodeados de un bosque de castaños que permiten obtener una fotografía distinta en cada estación. La capilla es del siglo XVI y en su frente tiene un cruceiro de unos seis metros de altura.
El puente de San Antón está construido sobre el río do Castro. Posee dos arcos de desarrollo semicircular y lo atraviesa una calzada romana que ha sido restaurada recientemente y que se encuentra más o menos en el kilómetro 5 de la etapa de hoy.
La iglesia parroquial de San Juan Bautista se encuentra en el centro del pueblo de Cerdedo junto a la plaza de Don Fernando García Leiro. La iglesia se comenzó a construir el 1 de abril de 1779 y se finalizaría dos años después. Se trata de un templo de estilo neoclásico, bóvedas de arista, una hermosa cúpula y una fachada barroca. Guarda en su interior imágenes de impresionante realismo como la llamada Ecce-Homo de Gambino (nada que ver con el popular de Borja, en Zaragoza) y otros pasos de Semana Santa de Antonio Herrero. Esta construcción costó 75.000 reales de vellón.
Un par de fotos más de unas casas típicas o rurales en el centro del pueblo de Cerdedo que llaman mi atención mientras paseo por sus calles y sigo el camino buscando los hórreos da Eira da Pena.
Cerdedo es tierra de canteros y artesanos que dieron forma a las casas, molinos, cruceiros y puentes y por ello se les ha inmortalizado en el monumento al Cantero.
Llego a la Eira da Pena, un conjunto de varios hórreos que se pueden visitar pero estos días entre la lluvia y la hierba que está tan alta no es fácil acceder a ellos.
El siguiente tramo entre los puentes puentes de San Antón y Pego es de cinco kilómetros aunque este último que es el de la foto bajo estas líneas no tiene mucho que ver.
Sigo el sendero hasta la capilla do Pego en Folgoso, a partir de este tramo la senda sí está bastante bien indicada, lo único malo son las «silvas» y la maleza que están sin cortar y muy altas.
Llego a una presa que abastece de agua a una pequeña central eléctrica. Tiene un acceso para que los peces puedan pasar con relativa facilidad. Sigo río arriba por una zona donde las hierbas me llegan a la cintura y encuentro un viejo molino que aún conserva casi todos sus aparejos para moler.
En el suelo veo un motor de coche que no sé cómo pudo llegar hasta este lugar ya que la carretera está bien lejos y una babosa que con el día lluvioso que tengo hoy las encuentro a montones y procuro no pisarlas aunque a la de la foto creo que le falta un trocito en la parte de atrás…
El árbol de la imagen llama mi atención por la cantidad de ramas grandes que tiene y que hacen que tenga que rodear para seguir el camino. En este tramo el río se vuelve un poco más bravo pero sigue igual de bonito.
Como hasta ahora no he dado ningún dato del río Lérez, ahí van unos cuantos: nace 60 kilómetros antes de llegar al mar, en la parroquia de Aciveiro, en Forcarei, y cuenta con cinco afluentes. Son El Salgueiro, El Cabaleiros, El Grande, O Castro y Almofrei. En esos 60 kilómetros atraviesa Forcarei, Cerdedo, Campo Lameiro, Cotobade y Pontevedra, en cuya ría desemboca.
Ahora llego al quinto puente del día y uno de los más bonitos. Se trata del puente romano de Parada. Tiene solo una arcada, unos 30 metros de largo y 2 metros de ancho con una altura sobre el río de unos 6 metros.
Hoy no quito casi ninguna foto en automático pues como se puede ver en la que os puse arriba llevo el poncho puesto ya que el día está está bastante lluvioso y lo peor está por venir.
Bajo otra vez a la orilla del río pero por la orilla contraria a la que vine hasta este puente y me acerco a otro viejo molino que está un poco más abandonado que el que vi antes. En este casi me caigo al río por ir a ver si aún tenía la rueda que hacía girar la muela.
Unos metros más adelante del molino cruzo por unos pasos o poldras pero no son del Lérez sino de uno de sus afluentes que desemboca un poco más arriba del puente de Parada. Tengo que pasarlos con sumo cuidado pues están bastante resbaladizos.
Un pequeño salto de agua es lo siguiente que me llama la atención y está al lado este molino al que las plantas trepadoras están escondiendo y que desde lejos pasa bastante desapercibido.
Como dije antes, el sendero no está en muy buenas condiciones como se puede ver en esta foto en la que la vegetación casi no deja ver por donde se pasa. En la siguiente las piedras que hacen de muro para aprovechar el terreno hasta la orilla del río.
Llego a un túnel que los antiguos molineros perforaron para llevar el agua del rio a un gran molino, que más bien parece una casa abandonada. Yo estuve dentro pero no conserva dentro ninguna muela ni otro aparato destinado a moler. Lo que sí es que hay que tener cuidado con los agujeros donde se situaban las muelas ya que se encuentran al descubierto y alguno tapado con la maleza siendo un peligro si no los ves.
Este tramo también se acaba al llegar al puente de Gomail, 3,5 kilómetros más arriba que el de Parada.Tampoco encuentro ninguna información destacable sobre él en internet aunque creo que es de origen romano de dos arcadas, una longitud de unos 30 metros y una anchura de aproximadamente tres. En esta foto se ven los dos arcos del puente pero también la maleza que se lo está comiendo poco a poco. Es una pena que este sendero se encuentre tan abandonado.
La siguiente imagen es de una pequeña presa artificial hecha para desviar el agua del río a unos molinos.
Una pequeña fervenza pero esta es de un afluente del Lérez que no sé decir cuál es. En la siguiente foto, el afluente que tengo que atravesar pasando por encima del tronco de un árbol de alguien que pasó antes que yo puso ahí.
Con mucho cuidado empiezo a curzar el río ya que tengo los pies empapados de la lluvia y la hierba que está tan alta. No me descalzo porque aunque meta un pie en el agua o los dos no me voy a mojar más de lo que ya estoy. La verdad es que por lo que más temo es por la cámara de fotos que llevo en la mano.
El primer molino de estos dos está al lado del tronco que acabo de cruzar y el agua del que se surte es del afluente. El siguiente se encuentra ya cerca de Forcarei y como se puede ver en el agua, por el tono blanquecino que trae, cerca hay una depuradora.
Ya llego a Forcarei y primero paso por debajo del moderno puente nuevo que te lleva al centro del pueblo y también a Silleda. No le quito una foto porque no le veo nada especial. Casi al lado del anterior, el puente vieje de Forcarei por el que tenía pasado yo en mi época de repartidor.
Llego al Muiño Batán da Ponte. Un batán es una antigua instalación industrial, generalmente movida por energía hidráulica, donde se limpiaban, desengrasaban y «enfurtían» (se hacían más tupidos) los paños recién tejidos golpeándolos con unos mazos o manos de manera. En la otra foto, el salto donde se desvía el agua para este molino.
Otro molino que ya se encuentra en el área recreativa de Forcarei. Su estado como se puede ver en la foto no es de ruina pero poco le falta que ya se sabe que cuanto más cerca están de la «civilización» peor están por el vandalismo.
El área recreativa de Covelo está cerca del pueblo de Forcarei. Bastante bien cuidada y limpia aunque con el día lluvioso de hoy no se puede apreciar mucho. Un pequeño puente moderno que une varias zonas del parque que aquí tiene forma de islotes. Unos modernos pasos de cemento forman el embalse de la zona de baño. El río en esta zona está muy calmado ya que los pasos le cortan el empuje que trae desde su nacimiento y conforman una bonita piscina natural.
Cuando llego a este puente de madera la lluvia cae con más fuerza que en toda la mañana así que como ya he recorrido más de la mitad del sendero pienso en dar la vuelta y dejar para otro día el tramo que me falta. Hasta aquí son 15 kilómetros y tengo que hacer la vuelta por el mismo sitio.
Sigo un poco más arriba hasta un puente viejo de cemento que no vale la pena fotografiar y pienso que es el sitio perfecto para tener de referencia de punto de partida para la próxima etapa de los Puentes del Lérez. La foto es del río ya de vuelta hacia el coche.
Bajando el curso del río quito algunas fotos más ya que de regreso me parece distinto que cuando subía. Me encuentro con un helecho real o fento en galego pero este es muy grande, mucho más del que suelo ver por donde vivo. Luego leo en internet que puede alcanzar los dos metros.
Es una pena el día que tuve hoy porque en algunas zonas el bosque no deja entrar suficiente luz para sacar buenas fotos. Si fuese un día bueno las sombras de los árboles en el río de esta ruta tan poblada seguro que serían una maravilla. Ya casi llego al final de la etapa de hoy, tras 15 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. En total, 30 kilómetros y estoy un poco cansado ya que son las 16:15 horas y llevo siete caminando por lo que me despido hasta la siguiente etapa, que haré pronto, para terminar los kilómetros que me faltan de esta ruta.