Para que nos hablaran de esta aventura que durará dos años nos reunimos con sus protagonistas, Nuria Cora y Julio Montenegro, en torno a unos cafés en la galería de El Castro, en el Paseo de Alfonso XII de Vigo, mirando al mar.
¿Este proyecto es un viaje o es una huida?
Julio Montenegro.- Es una ilusión.
¿Una ilusión?
Nuria Cora.- Sí, huida no, jamás. Además, no somos de los que huyen.
¿Con qué finalidad hacen el viaje?
Julio Montenegro.- Es una experiencia vital de convivencia, de una relación muy estable, y una búsqueda de la aventura.
Nuria Cora.- De aventura y de descubrir el mundo, que es muy grande y la vida es muy corta.
JM.- Además hay una cosa, que hoy todos los viajes son programados, todo incluido, y nuestro viaje es totalmente distinto, vamos a sitios donde no hay destinos turísticos.
Pero el viaje sí lo tienen programado, planificado…
NC.- Sí a grandes rasgos.
JM.- Sí, pero en dos años no es necesario planificar mucho, va a haber muchos tiempos muertos y, además, nosotros vamos con el viento, no vamos a pelearnos con el viento.
Les gustará el pescado…
Nuria Cora y Julio Montenegro.- Mucho.
Hablando de pescado, para este viaje ya está todo el pescado vendido. ¿No se arrepentirán a última hora?
Nuria Cora.- (Riendo) Ni huimos ni nos arrepentimos.
¿Estarán conectados en alta mar o piensan desconectar en algún momento?
Julio Montenegro.- Nosotros estamos conectados, pero no utilizaremos el satélite para tener conversaciones…
Nuria Cora.- Desde luego, la dependencia que tenemos los dos, cada uno con su móvil, viendo el “whatsapp” o el “facebook», eso, obviamente, va a acabar, lo cual en sí mismo es ya un buen fin para el viaje, el desprendernos de toda esta dependencia de redes sociales y de medios tecnológicos. En realidad estaremos conectados, porque llevaremos los equipos de comunicaciones obligatorios y cuando estemos en zonas con wifi encenderemos lo móviles, eso no lo vamos a negar (risas), a ver cuántas notificaciones tenemos, pero la idea es disfrutar de la vida.
JM.- De la vida y de la naturaleza.
¿Qué conexiones tendrán con el resto del mundo?
Julio Montenegro.- Tendremos correo electrónico con cobertura global, voz y datos global…
Nuria Cora.- Y un blog (http://albaplena.weebly.com) que iremos actualizando en la medida que podamos cuando tengamos red terrestre, “wifi” con tarjetas prepago, aunque puertos pensamos tocar pocos, sólo cuando sea necesario. Esto no quiere decir que estemos siempre en el mar, ojo, me refiero a que estaremos fondeados en lugares en los que no haya ni “wifi” ni…, como dirían las madres, ni “wifi” ni “wofo»… Ahora bien, tendremos una radio de onda corta con la que nos comunicaremos con el resto del mundo, con otros barcos, con radioaficionados, el blog se irá actualizando, y en nuestras páginas de Facebook también iremos poniendo cositas, para daros envidia… (risas)
La tecnología actual permite el seguimiento vía satélite, ¿se les podrá seguir?
Nuria Cora.- Sí, porque ahora es obligatoria la instalación del equipo AIS, que permite ver y ser visto más allá de un radar, con tu número de MMSI, que para quien no esté al tanto de los temas náuticos es como el DNI del barco. Hay una serie de páginas que tráfico, tanto aéreo como marítimo (“Marine vessel”, “Marine Traffic»…), localizan todo y con nuestro MMSI permite saber dónde estamos en cada momento. ( Mediante la página https://www.vesselfinder.com se puede localizar el Alba Plena en tiempo real introduciendo el MMSI: 205954310 )
¿Cuál es el presupuesto de este viaje?
Nuria Cora.- Eso no lo vamos a decir.
Julio Montenegro.- Es poco. Es poco, partiendo de que la proteína nos sale gratis, es decir, pescamos… Y las patatas, lechugas, tomates, cebollas y ajos no son caros en ninguna parte del mundo…
NC.- Y la mayoría de los países donde vamos a ir incluso es más barato… Es que, realmente, la gente puede pensar que para hacer esto hay que ser millonario. Es cierto que hay que poder dejar de trabajar dos años. Yo soy funcionaria y afortunadamente gozo del derecho de excedencia. Y realmente no hace falta tanto, si no tocamos puertos en los que todo el mundo sabe que hay que pagar por su utilización, llevamos una potabilizadora a bordo, llevamos un generador…, es decir, tenemos una autonomía casi completa, yo diría que vamos a gastar menos fuera que lo que gastamos aquí.
JM.- El barco es autosuficiente. Lleva paneles solares para captar energía…
El motor auxiliar piensan utilizarlo poco…
Julio Montenegro.- Calculamos una hora al día, un gasto de combustible de cuatro o cinco euros al día.
Nuria Cora.- Además, tenemos la suerte de que Julio es un gran pescador, y “de fame non imos morrer con este home a bordo…” (risas) Doy fe que no.
¿Han vivido alguna experiencia similar con anterioridad?
Julio Montenegro.- Sí. Hace diez años estuvimos cinco meses en el barco, navegando…
Nuria Cora.- Ya hemos cruzado el Atlántico, los dos solos, bueno, con nuestro perro Ron, que es un schnauzer miniatura, que también nos va a acompañar en esta travesía.
JM.- Hemos cruzado dos veces el Cantábrico, una el Atlántico, estuvimos navegando por el Adriático, por el Egeo, el Caribe…
¿Por el Pacífico también han estado?
Julio Montenegro.- Hemos estado para ir a bucear.
Nuria Cora.- El Pacífico es una asignatura pendiente, para mí, como navegante, es mi gran meta, pero en este viaje el Pacífico creo que no va a ir porque requiere dos o tres años más, y tiene algo que no me gusta que es el final del trayecto que, o bien te enfrentas a una meteorología muy adversa, caso de venir por Nueva Zelanda, Australia y Cabo de Buena Esperanza, o a peligros de otra índole, y me refiero a piratas, que sería la opción de ir por el Índico y luego por el Mar Rojo. De momento, y aunque parece que la seguridad está aumentando bastante en el Mar Rojo, y que los barcos de vela se organizan y van escoltados en grupos, de momento…, aunque nada descarta que llegados a Panamá de repente veamos las esclusas y digamos: “A tomar viento…” (risas)
¿Qué titulaciones náuticas tienen?
Nuria Cora.- Yo soy capitana de yate. Es náutica de recreo. Yo puedo llevar cualquier eslora siempre y cuando no esté retribuido.
¿Y por qué no se conformó con una titulación menor?
Julio Montenegro.- Porque navegamos por todo el mundo.
NC.- Y porque considero una irresponsabilidad subir a un barco y no tener ni idea.
Y usted, Julio…
JM.- Yo soy “skipper”, patrón de costa a vela y motor.
NC.- Yo soy capitana de yate, y los que estén familiarizados con la náutica saben que es necesario para ir a determinados destinos. Además, a mí me gusta estudiar. Nosotros tenemos un barco Amel, modelo “super maramu 2000”, de dieciséis metros e eslora y dos mástiles, una mayor y una mesana. Es un barco peculiar, muy placentero, muy noble, muy fácil de llevar. Tiene la particularidad de que fue diseñado por Monsieur Amel, que era ciego, y, lógicamente, la principal premisa del diseño del barco es el sentido común. y eso en el mar se agradece mucho.
JM.- Pero este es el país de la titulitis. Si tú alquilas un barco a una compañía importante en el extranjero y lo has pagado previamente, no te entregan el barco sin el visto bueno del jefe de flota. Y ahí no valen títulos. Tienes que acreditar tus conocimientos. Tienes una charla con el jefe de flota y él se da cuenta si tú sabes o no sabes. Nadie entrega un barco que vale quinientos mil euros a alguien porque le pongan un título delante. En España sí, es todo lo contrario.
Viajan con su hija Julia Lucrecia Ana del Cristo de la Victoria. ¿Por qué ese nombre tan largo y compuesto?
Julio Montenegro.- Lo de Julia es por mí; Lucrecia por la madre, Nuria Lucrecia (Lucrecia por la abuela materna); lo de Ana es por la madrina, y lo del Cristo de la Victoria es por la parroquia en la que fue bautizada.
Y viaja también una profesora para atender su formación académica…
Nuria Cora.- Sí, nuestra hija está matriculada en un colegio en Brasil, y con nosotros viene Hanna que es licenciada; que es inglesa, lo cual va a contribuir a un requisito fundamental que era apoyar al bilingüismo de Julia; y, además, es hija de marino mercante, lo cual imprime la característica fundamental que es el conocimiento de la vida en un barco, se ha criado y educado en distintas partes del mundo y ha navegado mucho, es decir, que no hay que explicarle lo que es respetar los tiempos y los espacios de cada uno porque lo sabe.
¿En qué medida la experiencia del viaje podría superar el aprendizaje convencional de las materias académicas?
NC.- Vamos a hacer una adaptación del programa a las realidades que visitemos, es decir, si ha de estudiar, por poner un caso, la civilización griega, pues ella va a ver el Partenón… La educación va a ser completamente bilingüe, y su mirada se abrirá a otras realidades. Yo siempre digo que en Europa vivimos en una burbuja de cristal: todo es limpio, esterilizado, seguro, la policía es buena, los ladrones son malos, y en el resto del mundo no pasa así. Yo creo que Europa es una isla idílica, es como un Disney jurídico o social.
¿Prefieren el viento en popa o navegar a la ceñida?
Nuria Cora y Julio Montenegro.- Siempre por detrás. Por detrás, pero por delante (risas).
Julio Montenegro.- Nosotros vamos a tratar de no navegar a menos de ochenta grados al viento.
Nuria Cora.- Como dicen los ingleses, las señoras y los caballeros no ceñimos.
Navegan con viento en popa…
NC.- Sí.
JM.- A ser posible, o a través de popa.
Seguramente habrán leído “El corazón de las tinieblas”, de Joseph Conrad. En un momento dado del relato, el protagonista dice que no se va moviendo el barco, sino la costa. Después de tanto tiempo navegando, ¿se moverá el barco o se moverá la costa?
Julio Montenegro.- No. Lo que ocurre siempre es que cuando llevas una temporada larga navegando, cuando bajas a tierra, lo que se mueve es la tierra. El movimiento del barco se pasa a la tierra. Tú estás quieto y la tierra se mueve.
¿Y no tienen miedo a oír cantos de sirenas?
Nuria Cora.- Canto yo… (risas).
¿Pero no habrá que atarlos a los mástiles?
Julio Montenegro.- Suponemos que no, pero nunca se sabe… (risas) También sabemos pasar por la quilla… (risas)
Usted, Nuria, es cantante. ¿Aprovechará el mar como fuente de inspiración?
Nuria Cora.- Sí, sin duda. Soy cantante e incipiente guitarrista, entonces, llevo la guitarra, lógicamente, y llevo material para estudiar más, es decir, para conocer más, para aprender más música, y luego también voy a aprovechar el viaje para entrar en contacto con músicos de otros países, vamos a tocar Cabo Verdes, Mindelo, un sitio con un hervor musical tremendo, entonces, me bajaré con mi guitarra e intentaré meter baza; en Brasil, que también adoro la cultura la música, adoro Brasil, en Cuba, en las Antillas…, procuraré empaparme de otros sonidos, de otros sabores…
¿Qué otros instrumentos lleva además de su voz y la guitarra?
NC.- Percusión, que a Julio le encanta cuando está animado (risas), y la predisposición para empaparme de música.
(Bajo estas líneas, ruta del «Alba Plena» al abandonar Vigo)
¿Qué tipo de pertrechos llevan?
Nuria Cora.- De todo, porque un barco es una casa, en definitiva. El barco ya estaba equipado porque lo utilizamos mucho, pero bueno, para que os hagáis una idea, pues desde la ropa blanca, sábanas, toallas, etc., hasta todo lo que es alimentación, hasta la parte de limpieza, en fin, repuestos para el motor, repuestos para toda el área electrónica, que en sí misma ya es bastante exhaustiva, repuestos de velamen…, no sé, todo lo que pueda haber en una casa, teniendo en cuenta que la casa se mueve, se puede averiar la casa, y hay que arreglarla. Y el botiquín.
Julio Montenegro.- De todo. Hay aspirador, plancha, lavadora, el lavavajillas lo hemos desmontado porque no lo utilizamos… Es exactamente igual que una casa.
¿Creen ustedes en las serpientes de mar?
Julio Montenegro.- Para comer, sí.
Nuria Cora.- Los congrios, ¿no?
Pero es más fácil que encuentren un náufrago, o un inmigrante, ¿qué harían?
JM.- El mundo es muy complejo. En ningún supuesto permitiríamos que nadie acceda a nuestro barco.
NC.- Si no es con nuestro consentimiento.
JM.- Si vemos un náufrago, o una patera o un cayuco, pues daremos aviso por radio a las autoridades competentes, sean las de la DEA, sea salvamento marítimo…, pero en ningún supuesto, además de tirar un pack de agua al mar, no vamos a permitirlo. En algunas zonas calientes vamos a desconectar el AIS —-Automatic Identification System (Sistema de Identificación Automática)—-, el sistema de localización, para que el barco pueda pasar inadvertido, hay zonas calientes. Nosotros, en alguna ocasión, hemos vivido la experiencia de un barco que nos ha seguido día y medio…
NC.- Y además se han dado casos de “May day, may day, may day”, los avisos de solicitar auxilio, acercarse el barco a auxiliar, y ser un…
JM.- Hay zonas peligrosas tipo el golfo de Paria (Venezuela), tipo Haití, en los cuales todas las recomendaciones son no asistir…
NC.- Lo cual es muy triste. Debería enseñarnos mucho como mundo, porque, desde el momento que te dicen que si piden ayuda, no ayuden, eso debería ser una lección que debería hacernos pensar a dónde hemos llegado como humanos.
JM.- Y luego hay que tener presente que, por las leyes del mar, el declarar un barco vacío, te haces propietario del, y lo que menos vale para mucha gente es la vida humana.
¿Alguna vez en la vida se les ha ido el barco contra las piedras?
Julio Montenegro.- Todo el que sale de casa le pasan muchas cosas. Ya nos hemos subido a las piedras, a barreras de coral…, pero bueno, el barco está aquí y nosotros también.
¿Qué esperan encontrar cuando regresen?
Julio Montenegro.- Pues eh…, hombre…, nos viene bien desconectar dos años de esta situación, coyuntura, y esta deriva de lo que es la nación española, nos viene bien desconectar y no tengo muy claro lo que nos encontraremos en dos años, pueden ocurrir muchas cosas, a veces me viene la letra de aquella canción: “Mi querida España, esa España nuestra…”
Nuria Cora.- Yo soy mucho más sencilla aparte de todo eso, porque vivo un poco más alejada del mundo que Julio, por decisión propia. Hace años decidí no volver a ver un telediario, aunque me entero, al final te enteras, pero la realidad es muy triste. Yo soy mucho más sencilla. Yo me conformo con que mis padres estuvieran esperándome.
¿Qué tipo de viajes les gustaría realizar además de este?
Nuria Cora.- ¿Dentro de este?
No, aparte de este.
NC.- El Pacífico.
Julio Montenegro.- El Pacífico, sí. Lo que pasa es que es muy grande, el Pacífico. Serían cuatro años más.
Y cuando regresen, ¿se conformarán con no volver a vivir una experiencia como esta, o piensan repetirla o vivir otra similar?
Julio Montenegro.- Ya la edad de nuestra hija va a condicionar mucho la situación.
Nuria Cora.- Pero bueno, nunca se sabe. A lo mejor nos vamos a vivir los dos cuando la niña sea independiente y estudie fuera y, es decir, tenemos la fortuna de que a los dos nos gusta, entonces…
JM.- Es decir, por el mundo hay mucha gente viajando en barco, mucha más de la que la gente normal se imagina, los veleros no son caros de usar, hay sitios que siguen siendo muy baratos, las tarifas de los puertos aquí son de media más caras que la media del planeta…
Más caras…
JM.- Sí, sí, en Vigo, las tarifas para mi barco son el triple que en La Roselle, por ejemplo, aquí se copian las tarifas de la parte cara del Mediterráneo, y no tiene sentido, nosotros aquí no entramos en puerto, cada vez que entramos en puerto nos piden sesenta euros…
¿Aquí?
JM.- Sí.
NC.- Bueno, Combarro…, en cualquier sitio, vamos…, Villagarcía… Fondeamos en la playa y bajamos con la zódiac.
¿Pero esto es sólo en Galicia o en toda la costa española?
JM.- En toda la costa española, pero es distinto en el Mediterráneo que hay mucha más demanda que en Galicia. El problema de Galicia es que los responsables políticos que hablan de turismo náutico no tienen ni puta idea, puedes ponerlo así, literalmente: no tienen ni puta idea de lo que es el turismo náutico. Cuando los puertos debían tener un treinta por ciento de plazas para transeúntes a tarifas bajas. Por aquí pasan dos mil barcos…
NC.- Hablamos de barcos de vela…, que bajan a cruzar el Atlántico.
JM.- Y no hay doscientos que paren.
Hay mucha gente que veranea en barco…
JM.- Sí, sí. Pero aquí no entran en puerto. Y significa que no gastan.
NC.- Entonces estaría bien, como acaba de apuntar Julio, que se bonificaran las tasas para los transeúntes y que esa gente bajara, se tomara una caña, se comprara un…
JM.- En el puerto de Melilla, mi barco, en una semana, paga once euros, y aquí sesenta por un día.
Sin embargo, las condiciones náuticas han evolucionado mucho desde hace varias décadas…
JM.- Sí, claro, ahora es muchísimo más caro todo…
Pero antes no había ni amarres…
NC.- Otra cosa que nos gustaría manifestar es el desacierto…, no sé qué término emplear, con la legislación de la náutica de recreo, que en España es de locos… Tanto es así, que muchos barcos, incluido el nuestro, muy a nuestro pesar, lo hemos abanderado en Bélgica, porque hemos acabado hartos…
JM.- Ojo. Ha estado matriculado nueve años en España.
NC.- Que quede claro que pagamos nuestro impuesto y hemos cumplido con nuestra obligación tributaria, pero hartos de…
JM.- Por el ahorro de papeleo…
No serán los únicos…
NC.- No. Está habiendo en masa.
JM.- Este año, Aduana, cada vez que salimos, tres fines de semana, y tres fines de semana han ido siguiendo a ver si pillan a alguien que no haya pagado algo… Es el afán recaudatorio, la puñetera burocracia… En fin…
NC.- El barco lo hemos comprado en Francia, hace diez años, y tuvimos la oportunidad de matricularlo en Francia, pero preferimos que el barco fuera con la bandera española, tributar en España, nuestro país, y que pusiera Vigo en la popa, pero eso nos costó… Nos da rabia… El barco estuvo matriculado nueve años en España y ahora navega con bandera belga, pero con puerto base en Vigo.
JM.- Cada dos años tenemos que certificar radiobalizas, lanchas de salvamento…, todo es papeleo y recaudación…
NC.- Y cada vez más requisitos… Todas las legislaciones náuticas europeas no tienen que ver con la española. El barco lo compramos en Francia y se lo entregaron a Julio el día de su cumpleaños, fue mi regalo…
Sus amigos les han regalado una caja de botellas de vino gallego, concretamente de ribeiro “Finca TEIRA”, con todas las botellas dedicadas y firmadas individualmente para disfrutarlas en diferentes momentos de la travesía. Cuando esas botellas estén vacías, ¿qué mensaje pondrían en una de las botellas?
Nuria Cora.- Yo, el pensamiento que tengo siempre en el mar, “que sepáis que en este momento soy feliz”.
Julio Montenegro.- Nos gustaría que ese mensaje de la botella, que por las ondas, llegue a quienes nos las han regalado.
NC.- Eso sería lo idóneo.
Nota.- La fotografía y el video del barco han sido facilitados por Nuria Cora y Julio Montenegro. El video de Nuria Cora Cuarteto pertenece a ContrabajoVigo. El resto de las fotografías son autoría de Julio Alonso.