Sin embargo, en la casa museo del autor francés, en la ciudad de Nantes, hasta el mes de abril del año 2017 no figuraba el nombre de Vigo por ninguna parte; ojalá se haya subsanado esa ausencia en el tiempo transcurrido desde la mencionada fecha. En este sentido, obsérvese, por ejemplo, el mapamundi donde se indican los viajes y que se exhibe en una de las salas; ni Vigo ni su ría figuran en él. Desgraciadamente, en esa fecha tampoco se observaba ninguna referencia a la ciudad de Vigo ni a su ría en los diferentes rincones del museo.
La visita al museo Julio Verne es muy recomendable. Se trata de un museo instalado en la propia casa del escritor, ubicada en lo alto de una colina en un extremo de la ciudad de Nantes, con la conocida como Isla de Nantes al otro lado del río Loira, donde actualmente se construyen autómatas monstruosos —Las Máquinas de la Isla— que despiertan la admiración de miles de visitantes. El museo recoge numerosas ediciones de sus obras en todos los idiomas, muchas maquetas —incluida la del Nautilus—, y objetos muy curiosos, así como los muebles que formaban parte de la decoración original de la casa de Julio Verne.
Recordemos que en el capítulo VIII de la segunda parte de “20000 leguas de viaje submarino”, titulado “La bahía de Vigo”, la nave Nautilus entra en la ría de Vigo para recoger parte del tesoro hundido en el año 1702 en la Batalla de Rande, más conocida en el resto del mundo como Batalla de Vigo. La primera parte del libro se publicó en 1869, y la segunda parte en 1870. Pero el autor no llegó a Vigo hasta años más tarde de la publicación de su famosa novela.
Está documentado que el autor francés llegó a la ciudad de Vigo en el año 1878 a bordo de su yate Saint Michel III buscando refugio de un temporal. Y años más tarde, en 1884, volvió a entrar en la ría de Vigo como consecuencia de una avería en el motor. Pero Verne ya era conocedor de la batalla acontecida en el año 1702 y de la leyenda sobre el fabuloso tesoro que se había hundido en el fondo de la bahía. Esa es la explicación de que Vigo, su ría y la famosa batalla ya figuraran en su obra publicada años antes de su visita. Lo que no se explica es que Vigo no establezca de un modo sólido esa relación con el escritor francés y con la ciudad de Nantes. Hasta la fecha, Vigo está hermanada con Buenos Aires, con Caracas, con Celaya, con Las Palmas de Gran Canaria, con Lorient, con Narsaq, con Oporto, con Qingdao, y con Victoria de Durango. ¿No sería lógico un hermanamiento con la ciudad de Nantes? ¿Y no sería lógico, también, establecer en la ciudad de Vigo un museo dedicado a Julio Verne y a su obra “20000 leguas de viaje submarino”? ¿A qué estamos esperando?