Un parque de atracciones en una isla situada en medio del río Miño. Ese es el proyecto que ha imaginado la empresa británica Storyland Studios y que ha sido presentado recientemente en Orlando (Estados Unidos) durante la IAAPA Expo, la feria comercial más grande de la industria de atracciones, con el apoyo de la financiera lusa BlueCrow Capital. Se llama Porto Boega y hereda su nombre del espacio natural en el que se asentaría: la isla Boega.
Este enclave está situado en la frontera entre Galicia y Portugal, entre Tomiño y Vilanova de Cerveira. Pertenece al país vecino y cuenta con casi 50 hectáreas de terreno, una superficie similar a la de Port Aventura. Está desocupada y en ella se ha venido desarrollando una actividad principalmente agrícola pero eso cambiaría si fructifica el proyecto, que el ayuntamiento de Cerveira ve con buenos ojos.
Las compañías que promueven Porto Boega aseguran que será un parque temático “increíble” e “impactante”. Confían en que sea “completamente construido” y, aunque no han avanzado detalles sobre las atracciones, las infografías publicadas permiten apreciar un importante despliegue de medios.
Las imágenes desveladas muestran un lago artificial, pirámides, un castillo, edificios de arquitectura asiática, un faro o un zépelin, entre otras cosas. No obstante, se supone que la historia de Portugal y sus héroes nacionales ocuparían un papel primordial en la temática del centro ideado por Storyland Studios, empresa especializada en atracciones inmersivas y parques de atracciones. Adicionalmente, no faltarían las tiendas y los restaurantes para dar un servicio completo a los visitantes.
“Creemos que Porto Boega no solo pondrá a Portugal en el mapa como uno de los escenarios del entretenimiento mundial sino que también mostrará nuestra cultura e identidad de una manera como nunca han sido vistas antes”, explica BlueCrow Capital, firma con sede en Lisboa.
El proyecto considera que la isla se antoja como un lugar “especial” por su “paisaje” y su “ubicación estratégica”, con dos países a ambos lados y ciudades como Vigo, Braga u Oporto a poca distancia en coche. Boega “respira potencial” también por estar “rodeada de naturaleza”. “¿Qué sitio mejor en el mundo para crear algo mágico, poderoso y trascendente?”, se preguntan sus promotores.
La gran duda que suele asaltar con este tipo de iniciativas atañe a su viabilidad medioambiental. Ese requisito deberá ser evaluado por las autoridades portuguesas.