Las relaciones entre Galicia y Portugal son estrechas por la corta distancia que las separa y por los numerosos factores comunes, incluido un idioma que tiene enormes coincidencias -y que debería tener incluso más-. El verano es una buena época para viajar al país hermano del mismo modo que los portugueses también se acercan a nuestros pueblos y ciudades.
Lo llamativo en ambos lados de la frontera no sólo es la oferta comercial, la gastronomía y el paisaje, sino el conjunto de actos culturales que, a pesar de la pandemia, se ofrecen con todo tipo de seguridades.
La ciudad de Oporto, por ejemplo, ofrece, como puede comprobarse en la fotografía, una interesante exposición de Yoko Ono: “O jardim da aprendizagem da liberdade”, en el Museo y Parque Serralves, que fue inaugurada el 30 de mayo y que permanecerá abierta hasta mediados de noviembre.
La exposición resulta imperdible, además, para todas aquellas personas que han quedado marcadas por los personajes singulares de ámbito mundial en el pasado siglo XX. Es una buena oportunidad para disfrutar de la cultura que ofrece Portugal y de la gran urbe portuguesa que siempre sorprende gratamente al visitante.