Hoy ese trayecto, tan real como surrealista, se puede hacer también desde Vigo. El alto coste de la autopista y las ofertas recién sacadas por aerolíneas de bajo coste permiten que salga más barato ir en avión entre la ciudad olívica y Santiago haciendo escala en Barcelona que en coche por la AP-9.
La última promoción de Ryanair, con trayectos por 4,99 euros entre la capital catalana y las dos ciudades gallegas hacen que el precio por los dos vuelos cueste sólo 9,98 euros. El itinerario permite además que no haya que esperar apenas en la terminal de El Prat. En primer lugar se partiría desde Vigo a las 16.45 horas para aterrizar en Barcelona a las 18.30 horas. Poco después, a las 19.05 horas se tomaría el enlace desde la ciudad condal hasta Compostela para llegar finalmente al destino a las 21.05 horas.
Mientras, la opción de la autopista supone un desembolso de 8,95 euros sólo en peajes. A ello hay que añadir el coste en combustible, que dependerá del vehículo que se use. Tomando como referencia el precio del gasoil más económico y un gasto de 5 litros a los 100 kilómetros, habría que añadir unos 5 euros. En total, tirando por lo bajo tanto en carburante como en consumo, el precio de este viaje roza los 14 euros, cuatro euros más que la otra alternativa.
Obviamente, el desplazamiento ha sido más largo. Mientras en coche se tarda menos de una hora en llegar, en avión han sido necesarias 4 horas y 20 minutos. Y frente a los 90 kilómetros por carretera, se han recorrido 2.200 kilómetros por aire. Por ello resulta paradójico que el dinero invertido sea menor.
Probablemente nadie, salvo alguien que como Jordan Cox quiera demostrar lo ridículo de esta situación, optaría por desplazarse entre Vigo y Santiago en avión. Pero una vez más la realidad se impone a pesar de las contradicciones.