Las tres asociaciones empresariales, Asime, Atra e Instalectra, y los sindicatos UGT y CCOO llegaron este martes a un preacuerdo sobre el convenio colectivo del sector metal para empresas sin convenio propio de la provincia de Pontevedra.
El acuerdo no fue firmado por CIG, pero la patronal asegura que cuenta con el respaldo mayoritario de la parte sindical, por lo que será de obligado cumplimiento a partir de su publicación en el boletín de la provincia una vez se finalicen los trabajos de redacción, se convoque a la comisión negociadora del convenio para proceder a su firma y se proceda a su registro.
La vigencia del convenio será de tres años, entre el 1 de enero de 2020 al 31 de diciembre de 2022, y contempla una indemnización de fin de contrato no indefinido. Esta indemnización se pagará al finalizar el contrato no indefinido en las contrataciones realizadas a partir de la publicación del convenio en el BOP Pontevedra.
Además, según informa la patronal, habrá un incremento salarial con la actualización de tablas del 0,5% en 2020 sin generar atrasos, es decir, única y exclusivamente a los efectos de actualizar las tablas; incremento del 1,75% para 2021 sobre tabla salarial 2020; incremento del 1,75% para 2022 sobre tabla salarial 2021. Los atrasos de 2021 se podrán pagar en un periodo máximo de 3 meses desde la publicación del convenio en el BOP Pontevedra.
Las partes negociadoras también acordaron crear una comisión de igualdad con el objetivo de redactar un protocolo de acoso laboral, sexual y de género, por lo que se desconvoca la huelga del sector convocada por las tres centrales sindicales para el jueves 22 de abril.
La patronal manifestó en un comunicado que “el acuerdo del convenio colectivo es fundamental para aportar estabilidad y paz social al intenso trabajo que nuestras empresas tienen que llevar a cabo para recuperar la facturación y el empleo perdido en los últimos meses. Siempre es perjudicial cualquier huelga y actualmente las empresas están intentando iniciar el camino hacia la tan ansiada recuperación, que confiamos pueda llegar a partir del primer semestre de este año”.
«Traizón á clase traballadora»
Por su parte, la CIG emitió un comunicado en el que acusa a CCOO y UGTde consumar «unha nova traizón á clase traballadora» al pactar un convenio que «empeora a proposta patronal» e «aceptan que se pague o plus de eventualidade a final de contrato e reducen o incremento salarial».
«Inclúe unhas das principais aspiracións da patronal, que os sindicatos colocaron como unha das liñas vermellas da negociación: o pago da cláusula de eventualidade ao final, o que na práctica vai supoñer que a maioría dos traballadores eventuais non a van cobrar, porque as empresas obríganos a renunciar a ela se queren volver a ser contratados», asegura la CIG.
Además, la central sindical apunta que en relación al aumento salarial, pactaron un 0,5% en 2020 sin el pago de atrasos y un 1,75% en 2021 y 2022. «A última proposta da patronal, cando se falaba dun convenio de dous anos de duración, contemplaba unha suba salarial maior a cambio de pagar o complemento de eventualidade ao final do contrato: un 0,5% en 2020 e un 2% en 2021. “Polo tanto, o que asinaron empeora a proposta anterior”, asegura la CIG.