La campaña del Bono Activa Comercio, que arrasó en su lanzamiento en Galicia, acabó el pasado sábado con el gasto de los 5 millones de euros que se repartieron entre 166.000 personas de la comunidad, a razón de 30 euros para cada una. En lo que respecta a la ciudad de Vigo, el resultado de la iniciativa movilizó ventas totales por 1.592.466 euros, tal y como refleja el balance que acaba de realizar la Consellería de Economía, que ha abonado 329.895 euros a los comercios de la urbe olívica.
¿Pero en qué se gastaron los vigueses su dinero aprovechando los descuentos? La mayor parte, en cultura. Las librerías, papelerías o locales de bellas artes aglutinaron el 24,65% de los bonos descargados por las personas beneficiarias. Es decir, uno de cada cuatro euros (81.340€) fue a parar a este sector. Eso a pesar de que, paralelamente, se lanzó el Bono Cultura -aunque solo con 20.000 unidades-.
A cierta distancia se situaron las droguerías, perfumerías, negocios de cosmética, limpieza, pinturas y otros productos químicos o de decoración. Estas tiendas se embolsaron durante la campaña 257.300 euros, de los cuales la clientela se ahorró unos 56.000, que fueron aportados por el Gobierno gallego a través del bono.
Cabía pensar que las tiendas de moda se situarían en la cabeza de ese gasto, y quizás más teniendo en cuenta la coincidencia con las compras de Navidad. Pero los comercios de ropa están en cuarta posición con 45.200 euros del bono gastado. Antes se sitúan incluso los complementos, como calzado, artículos de piel, cinturones, carteras, bolsos o maletas (49.815 euros).
Muy relacionado con estos enseres se podrían encontrar los productos de confección, tapicería y para el hogar, que solo rozaron los 14.000 euros.
Casi 16.000 euros para juguetes
Pero, ¿y los juguetes? Estos artículos no escaparon al Bono Activa Comercio, aunque los vigueses no dedicaron una gran cantidad del crédito disponible en ellos. Los establecimientos dedicados a la venta de juguetes, deporte o pirotecnia recibieron casi 16.000 del saldo disponible en las cuentas de los beneficiaros, para movilizar al final unos 79.000 euros en total.
El resto del dinero estuvo mucho más repartido. Se destinó a cuestiones tan variadas como la fotografía o instrumentos médicos. Vigo concentró 454 de las más de 6.300 empresas adheridas.
Ya antes de que terminara el plazo para usar el saldo disponible, el vicepresidente primero y conselleiro de Economía, Francisco Conde, hablaba de “éxito” de la iniciativa, que buscaba ayudar a la ciudadanía a afrontar el encarecimiento de la vida. A la vez, se pretendía mejorar las ventas del comercio local, “una apuesta segura” porque ofrece como “marca de la casa” calidad, originalidad y un trato más personalizado y familiar.
En esta segunda edición, el descuento fue de cinco euros para compras a partir de 20 euros e inferiores a 30 euros; 10 euros para compras desde 30 euros e inferiores a 50; y de 15 euros si superan los 50 euros de compra.