Abel Caballero está a favor del impuesto a las grandes fortunas que está promoviendo el Gobierno de España. Aunque ha querido precisar que emite su opinión a título personal y no desde su posición como alcalde de Vigo, el mandatario olívico ha sostenido este lunes que “el sentido común avala la posición del Gobierno”.
“Es bueno que los que tienen rentas elevadísimas contribuyan. No estoy hablando de rentas medias, estoy hablando de grandes fortunas, que son el 0,5% de la población española. O menos aún”, declaró este lunes Caballero después de recibir en la ciudad al ministro de Consumo, Alberto Garzón, quien fue cuestionado por este mismo asunto en la visita que realizó al Laboratorio Nacional de Biotoxinas Marinas.
Caballero enfatizó que esta tasa repercutirá en un número reducido de gente y que el Gobierno “no está hablando de clases medias”, que nunca se verán perjudicadas por el gravamen. “No lo digo como alcalde de Vigo, lo digo como Abel Caballero”, insistió.
Por su parte, Garzón ha eludido hacer consideraciones sobre la vigencia que debe tener ese tributo y ha subrayado que “lo importante es ponerlo en marcha”. Así lo ha trasladado en respuesta a preguntas de los medios sobre esa cuestión, después de una visita al Laboratorio Nacional de Biotoxinas Marinas que está en el campus universitario de Vigo, y ha recalcado que, en el actual contexto socioeconómico, hay que entender que “el esfuerzo adicional lo tienen que hacer los que más tienen”, tal y como se recoge en la Constitución.
En los últimos años, ha apuntado, esas grandes fortunas han conseguido “evitar” ese mandato constitucional y “ya es hora, es momento” de que asuman ese esfuerzo. “Hay un sector de la población, el más privilegiado, el que tiene más recursos, que tiene que contribuir para el que el resto de la sociedad salga adelante. Sin cohesión social, no hay ninguna sociedad”, ha recalcado.
Con respecto a la temporalidad de ese impuesto, ha afirmado que es “un debate bastante espurio”, y ha mencionado a Keynes para recalcar que “ahora, lo que nos ocupa, es resolver el problema”. Eso implica poner un impuesto a las grandes fortunas en este momento “como parte del ‘pack’ de lucha contra la desigualdad que existe”.
“Y, a partir de ahí, iremos viendo. Ahora mismo lo importante es ponerlo en marcha. Negociar, pactar y llegar a un acuerdo que permita combatir la desigualdad y ser capaces de construir una sociedad más igualitaria y que los esfuerzos de la resolución de la crisis no recaigan, como cuando gobernaba la derecha, sobre las espaldas de la clase trabajadora”, ha zanjado.