Abel Caballero se ha mostrado contundente este martes tras conocer el auto de la Audiencia Nacional que certifica que la integración de Caixanova y Caixa Galicia se debió a la mala situación económica y financiera que arrastraba la caja con sede en A Coruña y que la entidad viguesa nunca habría sido intervenida si no hubiera sido obligada a fusionarse.
El alcalde de Vigo ha arremetido duramente contra el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, gran defensor de la operación, por urdir un “masivo engaño en contra de Vigo y de Galicia” y “forzar” a Caixanova a “tapar el agujero” de Caixa Galicia mediante aquella unión de las dos cajas gallegas. “La verdad sale siempre por mucho que Feijóo la quiera esconder”, ha declarado.
Caballero ha defendido que el auto de la Audiencia Nacional refrenda “lo que yo venía diciendo desde 2009” y que ahora, con este dictamen judicial, “ya está demostrado que la Xunta forzó una fusión para tapar el agujero de Caixa Galicia, y utilizó para ello a Caixanova”. Por ese motivo, exigió a Feijóo que salga “hoy mismo” a “dar explicaciones” sobre cómo va a afrontar su “responsabilidad política”. “No arregló el problema y nos quedamos sin caja”, añadió.
El regidor olívico ha reclamado al presidente autonómico que desvele “qué había detrás de su nefasta decisión” de “obligar” a Caixanova a fusionarse con Caixa Galicia con el argumento de que “aquello era lo que había que hacer”. Además, llegó a calificar ese “sacrificio” de la entidad viguesa como la “mayor catástrofe financiera de la historia de Galicia”. “¿Por qué le quitó una caja a esta ciudad?”, cuestionó.
El alcalde también se preguntó “dónde está aquel informe que decía que aquello era maravilloso”, en referencia al documento encargado a la empresa KPMG y que “nunca conocimos”. “Conocíamos una parte de la realidad, la otra no la conocimos hasta ahora. Sabíamos que Caixa Galicia estaba muy mal pero no hasta qué punto”, añadió.
Caballero también recordó que el BNG apoyó la fusión que luego derivaría en Novacaixagalicia, posteriormente en NovaGalicia Banco y finalmente sería intervenido por el FROB para vender la entidad por un escaso importe a la venezolana Banesco, que creó Abanca.
Finalmente, el regidor vigués tuvo que aclarar por qué se mostró “inmensamente feliz” en noviembre de 2010 cuando se cerró la mencionada fusión. Según argumentó este martes, en aquel momento tocaba “arrimar el hombro” y celebrar que Caixanova era “hegemónica” dentro de la nueva caja resultante.