La operación de venta de Fandicosta se ha cerrado este lunes, tras meses pendiente de varios trámites, toda vez que la pesquera Wofco ha firmado ya la compra, semanas después de que el juzgado Mercantil hubiera dado luz verde al plan de reestructuración de la empresa (en proceso concursal).
Según han confirmado fuentes sindicales y la Xunta de Galicia (que poseía hasta ahora el 12,1 % de las acciones de Fandicosta), este lunes se ha formalizado esa operación, que supone que Wofco asume las instalaciones de Domaio, en Moaña, y el 90 % de la plantilla que trabaja en producción, de un total de 214 trabajadores.
Además, tras la quita aceptada por los acreedores, Wofco asume el resto de la deuda (en torno a los 20 millones de euros) y la Xunta ha aceptado ceder su participación, a cambio del mantenimiento de los empleos.
En un comunicado, la conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, ha puesto en valor el trabajo de las partes para llegar a un acuerdo y el papel de la Oficina Económica del Igape.
Fandicosta ya había firmado a principios de este año un contrato de opción de compra a favor de la pesquera viguesa Wofco, y en aquel momento la Xunta ya renunció a la recompra de su participación en la empresa, a cambio de ese compromiso de mantenimiento de al menos 90 % del empleo.
Valoraciones de los sindicatos
El sindicato CC.OO. ha valorado el acuerdo de venta y ha señalado que, a partir de ahora, insistirán en reunirse con la nueva propiedad «para conocer de primera mano los proyectos presentes y de futuro que el grupo Wofco tiene para la nueva compañía».
«Agradecemos el esfuerzo de todas las partes, administración, comprador, vendedor y, especialmente, de las personas trabajadoras que han conseguido superar el pre-concurso y que se ejecute la venta con éxito, cumpliendo en todo momento con los pedidos de los clientes, manteniendo el nivel de compromiso y calidad», ha señalado la central.
Por su parte, UGT también ha puesto en valor «el trabajo conjunto de todas las partes implicadas» como «fórmula de éxito» para sacar adelante una situación «muy complicada», como la que había en Fandicosta.
«Hicimos lo que se esperaba de nosotros para dar continuidad en el empleo a las personas trabajadoras de una importante empresa del sector mar-industria», han subrayado, y han defendido que «éste es el camino a seguir» para defender la industria gallega, «con una administración gallega implicada y con una clase empresarial, en este caso Wofco, dispuesta a apostar por seguir invirtiendo y generando valor en la comarca».
Igualmente, la CIG ha celebrado que la venta es el cierre de un proceso que «acaba bien» porque no se pierde empleo y se mantiene la actividad de la empresa. Con todo, insiste el sindicato nacionalista, aunque «parece un proyecto solvente», es importante que los representantes de los trabajadores puedan reunirse pronto con los nuevos propietarios para «conocer sus planes de futuro».