La primera jornada de la huelga convocada en el sector del metal ha comenzado, este jueves 15 de junio, colapsando la circulación en la Avenida de Beiramar y sus calles colindantes. El atasco de tráfico era mayúsculo a primera hora de la mañana debido a la concentración llevada a cabo en la zona de los astilleros, concretamente frente a las instalaciones de Armón y Ría de Vigo.
Los propios avisos de tráfico del Concello de Vigo alertaban de que el tránsito de vehículos era “muy lento” entre O Berbés y la calle Coruña, un tramo que tardaba 10 minutos en completarse. Además, desde allí hasta Bouzas eran necesarios 11 minutos para llegar a destino, según la web municipal. Una evidencia del trastorno que tuvieron que soportar los conductores vigueses. También la zona de Torrecedeira o plaza de Eugenio Fadrique sufrieron los atascos.
Multitud de trabajadores se reunieron frente a la antigua Barreras para iniciar una marcha de protesta -que siguió por la calle Coruña, plaza de América, López Mora, Camelias y los aledaños del ayuntamiento para luego acabar en la sede de la Xunta- después de que las once reuniones celebradas hasta este mismo miércoles no fructificaran con un acuerdo entre la patronal y los sindicatos.
Según informaron fuentes de Comisiones Obreras (CC.OO.), el último encuentro finalizó después de que la patronal se levantase de la mesa tras tres horas “sin avances”.
“Estuvieron tres horas dilatando la reunión sin poner encima de la mesa ningún tipo de avance. Sin intención alguna de arreglar la situación. Nos hacen claramente una invitación a la huelga porque ya no se marcó otro encuentro”, ha indicado el sindicado.
Para CC.OO., la parte empresarial pretende “marear y cansar” a los sindicatos “con horas y horas de reuniones sin avances”, por lo que entienden “que quieren que se lleve a cabo la huelga”.
“Error sindical”
Por su parte, la parte empresarial formada por Asime, Atra e Instalectra ha lamentado la falta de acuerdo, asegurando que respetan el derecho a huelga pese a ser una “mala noticia” y un “claro error sindical”.
En un comunicado, los empresarios han defendido que el convenio del metal de Pontevedra sí mantuvo el poder adquisitivo de los empleados, ya que en los últimos tres años los salarios subieron un 13% y la inflación fue del 12%.
“La huelga es mala para todos. Nuestra voluntad es mantener la vía del diálogo y estamos haciendo propuestas de posibles acuerdos, con incrementos salariales del 1%, 2% y 2,5% para los próximos tres años, una reducción de ocho horas en la jornada anual y medidas adicionales para mejorar la conciliación”, han reivindicado, subrayando que el sector “cuenta con una de las retribuciones más altas de cualquier sector o actividad de Galicia”.
Todo ello en medio del conflicto que ha provocado que CC.OO., UGT y CIG convocasen una protesta ante la sede de la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime) el pasado viernes, que continuará con tres jornadas de huelga los días 15, 20 y 22 de junio ante las “ridículas” propuestas de la patronal para alcanzar un acuerdo de convenio colectivo.