Miles de miles de trabajadores del sector del metal de la provincia de Pontevedra han vuelto una jornada más a manifestarse por las calles de Vigo en demanda de un convenio justo, y han advertido de que mantendrán las movilizaciones. De hecho, han anunciado dos días más de huelga los próximos 12 y 13 de julio que se suman a los paros ya convocados para el 6 y el 7 de julio.
Esta cuarta jornada de protestas, los representantes sindicales han afeado a la patronal que trate de presionar para que se desconvoquen las movilizaciones, algo que ven como una “provocación”, ya que consideran que la parte empresarial no tiene actitud de diálogo ni de retomar los contactos para llegar a un acuerdo.
El portavoz de la CIG, Xulio Fernández, ha advertido de que la resolución del conflicto “va a depender de la patronal”, a la que acusa de hacer llamamientos públicos pero no dar pasos para retomar la negociación. Al respecto, se ha referido al comunicado de la parte empresarial pidiendo la suspensión de la huelga para retomar las reuniones, y ha señalado que se trata de “una provocación clara” y que “no son ganas de negociar”.
Xulio Fernández ha advertido de que las protestas se mantendrán: “Llegaremos hasta donde los compañeros aguanten, y están aguantando y van a aguantar mucho más. Aquí siguen, incluso después de las cargas (policiales)”.
Este miércoles, de nuevo han parado su actividad astilleros y talleres, y unos 2.000 trabajadores han salido en manifestación desde primera hora de la mañana. Los piquetes se ha desarrollado “sin altercados” y con “la mayoría de las empresas paradas”, según los sindicatos.
El portavoz de CC.OO., Celso Carnero, ha recordado que los convenios provinciales de A Coruña, Lugo y Ourense se firmaron en términos similares a lo que ellos demandan. “¿Es que la patronal de Pontevedra es diferente?”, ha cuestionado, y ha subrayado que la manifestación de este miércoles “es un mensaje” a los empresarios para que “se dejen de torear” y acceden a retomar la negociación, porque “están jugando a trileros y les va a salir mal”.
Asimismo, ha defendido que los trabajadores del sector se están movilizando de forma pacífica, que “no son vándalos y ni terroristas”.
Finalmente, José Carlos Casal, de UGT, ha afirmado que “es una tristeza que la patronal apueste por el conflicto y no por el diálogo”, y ha recordado que los representantes de los trabajadores apuestan por subidas salariales, cláusulas de revisión y reducción de jornada.
La marcha ha salido desde la Praza de España y ha recorrido varias calles de la ciudad: Gran Vía, Praza de América y Beiramar hasta llegar a la sede de la Xunta de Galicia en Vigo, donde ha permanecido durante varios minutos.
Posteriormente, la protesta ha continuado por Urzaiz, Venezuela y la Praza do Rei, frente al ayuntamiento de Vigo. Durante ese trayecto, el tráfico se ha visto cortado y multitud de personas se han visto afectadas en su tránsito por la ciudad.
A diferencia de lo ocurrido en las dos últimas jornadas de huelga, la movilización ha finalizado prácticamente sin incidentes. Solo hubo que lamentar la quema de un contenedor de residuos en la calle Venezuela.