El hartazgo entre el personal de Correos en Vigo y su área de influencia con su empresa está a punto de superar el punto de ebullición tras semanas, e incluso meses, trabajando en unas oficinas por las que nadie ha pasado una fregona o siquiera un trapo en todo este tiempo.
Las papeleras rebosan desde hace semanas, los suelos son una yincana de papeles, huellas y cartones de embalar y los cuartos de baño desprenden un hedor insoportable, tanto que muchos trabajadores se van a sus casas o incluso a cafeterías cercanas porque no toleran hacer sus necesidades en el cuarto de baño de la oficina. Eso en el caso de que esté practicable, porque el de la oficina central de Vigo, en Plaza de Compostela, está incluso precintado.
«Trabajamos literalmente entre una montaña de mierda», ha dicho a Vigoé un trabajador de Correos en el Val Miñor, donde asegura que la situación es insostenible, aunque no menos que en Ponteareas, Vigo o incluso Santiago, ya que se repite en toda Galicia y, según denuncian, en buena parte de España.
La causa, una huelga del personal de limpieza porque no cobra su salario, que corresponde pagar a la empresa Córdoba S.L., una subcontrata de Correos que los sindicaros denuncian fue otorgada «a dedo».
«Hace un año o así, salió a concurso la contrata de la limpieza, la tiraron a la baja y quedó desierta», ha explicado a Vigoé Manuel Ríos, de previsión de riesgos labores de CCOO en la provincia de Pontevedra. Posteriormente Correos contrató a esta empresa, que según los trabajadores ya arrastraba problemas económicos. Hasta que, de repente, el personal de limpieza dejó de cobrar, a lo que siguió la huelga.
«He recibido un montón de denuncias. Muchas están ya en Inspección de Trabajo», asegura Ríos, según el cual los trabajadores no reciben más que largas cada vez que se dirigen a la dirección para que resuelva el problema con el personal de limpieza porque las oficinas «son una guarrada».
«Es que son dos meses sin limpiar los váteres, los suelos, todo. Los malos olores en los baños de hombres y mujeres, y el de minusválidos. En la oficina principal de Vigo llevan un mes cerrados a cal y canto porque son una verdadera pocilga«, añade.
Antes de que estallara el conflicto, asegura Ríos, la empresa dio vacaciones al personal, pero evitó contratar sustitutos, en lo que fue el principio de una situación que «en toda Galicia es demencial».
Sucede lo mismo en la oficina de Corres en la calle Paz, en Vigo, donde según un trabajador se acumulan los residuos, con «las papeleras a tope, los baños con pis, hay polvo, gomas, papel, flejes tirados».
Asegura Ríos que a veces los propios funcionarios ponen algo de orden, pero muy poco, ya que el personal de limpieza, aunque empleados por una subcontrata, «son compañeros» y no quieren boicotear su medida de presión. «Además, eso es ilegal porque no puedes hacer el trabajo de alguien que está en huelga, pero al final algo hacemos porque nos come la mierda», afirma.
«Estamos bastante quemados, tenemos una reunión semanal de temas internos y cada jueves preguntamos por el tema de la limpieza, pero no nos dan soluciones. La semana pasada vino el jefe de sector, dijo que se estaba arreglando el tema, pero eso fue hace una semana y no ha pasado nada», se queja el trabajador del Val Miñor.
Precisamente los trabajadores de esta comarca estudian comenzar a movilizarse la próxima semana, aunque sea en el descanso para tomar café, de manera que consigan que se visualice la situación en la que se encuentran para que de una vez Correos tome nota y le ponga remedio.