Según denuncian los representantes de los trabajadores, en los últimos años el número de personal eventual “se ha disparado” y la concesionaria “contrata y despide reiteradamente diferentes personas para ocupar los mismos puestos”. “De este modo la empresa se asegura, ante el temor de la plantilla de contrato a ser despedidos, que estos accedan a realizar cualquier servicio solicitado, aunque en muchos casos se incumpla el convenio o el Estatuto de los Trabajadores. A su vez estos trabajadores no generan antigüedad en la empresa”, denuncian.
Además, critican que no se atiende a sus peticiones en muchos aspectos relacionados con su quehacer diario. Entre ellos se encuentra el tiempo que tienen para completar cada recorrido, que consideran “escaso e insuficiente”, ya que cada vez se instalan en la ciudad más pasos elevados o semáforos que ralentizan su marcha, un factor que se ve agravado por las obras o tráfico en horas punta. “Todo esto origina que en ciertos momentos se acumulen retrasos y se genere malestar entre los usuarios”, apuntan.
Como consecuencia de ello, aseguran que su tiempo de descanso se ve “mermado”, con jornadas laborales “excesivas, que en ocasiones llegan a ser de más diez horas diarias, afectando negativamente a la salud de los trabajadores y a la seguridad de los viajeros”.
Otro “gran problema” del que se quejan en el desarrollo de su trabajo diario es la falta de aseos durante los recorridos de las líneas y en las cabeceras. Esto en casos de urgencia obliga a los empleados a “realizar sus necesidades de manera poco correcta en la vía pública, problema que se agrava en el caso de las mujeres conductoras”. Desde el comité de empresa aseguran que trasladaron solicitudes tanto la empresa como al Concello, así como a la Inspección de Trabajo, sin ningún resultado hasta el momento.
Horas extra
Asimismo, destacan que, hasta hace pocos meses, el valor de las horas extra era inferior al de las horas comunes, lo que “favorecía a la empresa para realizar un número desmesurado de ellas”. “A día de hoy y tras la sentencia que obliga a modificar el precio, Vitrasa decidió pagarlas al mínimo legal sin llegar a un acuerdo con el comité en el referente a su precio o compensación en descanso. Este problema va unido a la eventualidad, ya que el colectivo de eventuales, por miedo a represalias, no se niega a realizar cualquier petición de aumento de jornada”, advierten.
Igualmente, critican la existencia de otros inconvenientes que han creado “un ambiente laboral incómodo” como son la instalación de cámaras de seguridad en los autobuses, la falta de vestuarios y duchas para lo personal de conducción, problemas con la entrega de uniformes, problemas con la recaudación diaria, plan de igualdad caducado hace años y que no se renueva.
Por todo esto, el comité de empresa ha puesto en conocimiento estos problemas ante Inspección de Trabajo y el Concello de Vigo. Además, próximamente se realizará una asamblea con el personal donde se propondrán posibles medidas que permitan solucionar estos problemas, ya que las negociaciones no dan llegado a buen puerto.