Empresas que son el ejemplo de una combinación modélica de estrategia corporativa, organización, gestión y compromiso social integran el «Ranking Ardán de Empresas Inteligentes de Galicia 2020», que presentó el delegado del Estado en la Zona Franca, David Regades, acompañado por el autor del informe, el catedrático Xosé H. Vázquez; el director general y director comercial de Hermasa, Pablo Rodríguez y Adrián Carril; y la responsable de Ardán, Susana Lama.
David Regades aseguró que «hacerlo bien, haciéndolo correctamente nunca había sido tan importante ante retos como el cambio climático, las disrupciones sociales que está provocando la innovación tecnológica o las aspiraciones ciudadanas en sociedades avanzadas por garantizar la igualdad de oportunidades», por eso subrayó que «las empresas con este enfoque a largo plazo incrementan su propuesta de valor y refuerzan su liderazgo, reputación, confianza y resiliencia». El delegado del Estado destacó el trabajo de Ardán «una herramienta fundamental para las empresas», dijo.
Ardán denomina «Empresas inteligentes» a las compañías que mejor combinan su capacidad de negocio con la de generar en el futuro un crecimiento económico sostenible e inclusivo. La selección inicial de empresas candidatas a participar en el ranking está conformada por las 1.200 empresas gallegas que presentan un mayor valor añadido bruto por empleado sostenido en los últimos 5 ejercicios. En la presentación participó Hermasa, que aparece en el número 6 del ranking para contar su experiencia.
Sobre el conjunto de empresas, sobresalientes en lo operacional, se analizan siete variables, algunas de ellas relativizadas respecto al sector en el que operan: rentabilidad financiera, inversión en I+D+i, índice de internacionalización, equilibrio de género, salarios medios, estabilidad en el empleo y productividad del carbono.
El resultado es un ranking en el que predominan empresas intensivas en conocimiento o de tecnología media, pero con las que también coexisten empresas en actividades tecnológicamente estables donde la innovación y la apertura a nuevos mercados marca la diferencia entre lo nuevo y lo tradicional. Así se pueden encontrar empresas de software, equipos electrónicos, químico‐farmacéuticas, o metal‐mecánicas, por ejemplo, y por otro lado también empresas del sector de la alimentación, construcción, comercio, piedra ornamental o pesquero.
Según el informe, esta evidencia refleja un hecho relevante, y es que no hay sectores más o menos inteligentes: son las empresas individualmente las que pueden reflejar mayor o menor inteligencia. Estas empresas son el ejemplo de una combinación modélica de estrategia corporativa, organización, gestión y compromiso social.