Los sindicatos SIT-FSI, UGT y CC.OO. han firmado este martes el nuevo convenio colectivo de Stellantis Vigo, después de que el grupo automovilístico se comprometiese a adjudicar a la fábrica olívica su nueva plataforma para vehículos eléctricos, prevista para 2027-2028.
Tras dar su visto bueno el lunes, este mediodía se ha llevado a cabo en el Hotel Coia de Vigo la firma oficial del documento, que ha estado rubricado por los tres sindicatos, que suponen más del 90% de la representación social de la planta.
Fue la CUT (con cerca del 9% de los votos en las últimas elecciones sindicales) la única organización sindical que decidió no firmar el nuevo convenio, criticando la regresión “en materia económica y social” que supone.
Sin embargo, según reivindicó Stellantis en un comunicado, este documento permite alcanzar un punto de equilibrio “razonable” entre la legítima demanda de la representación social para mejorar las condiciones de la plantilla y las necesidades que tiene la empresa para seguir siendo competitiva y robustecer su plan industrial en los próximos años.
Condiciones
En concreto, el documento, que estará vigente entre 2024 y 2027, se estructura alrededor de cuatro ejes. El primero de ellos es el plan industrial para la factoría, en el cual el grupo automovilístico se comprometió a adjudicar al centro de Vigo su próxima arquitectura de vehículos eléctricos, cuyo lanzamiento está previsto para 2027 y 2028.
En cuanto a las condiciones económicas, esta mejora se basa en una parte fija ligada a la evolución del IPC y una variable vinculada a los objetivos del consorcio, “cuyo importe medio en los últimos años ha representado un montante superior a una paga extra”, según ha reivindicado la firma.
Así, el aumento de los salarios será del 50% del IPC del año anterior en las tablas salariales, y un complemento individual del otro 50% del IPC, siempre que este no supere el 4%. Si es mayor a este porcentaje, se abonará una paga no consolidable por el importe equivalente.
El tercer eje tiene que ver con el empleo y el desarrollo profesional, recogiéndose en el convenio la realización de 1.000 evoluciones de contratos estables, desglosadas en 200 contratos fijos, 350 novaciones de tiempo parcial a completo y 450 retiradas de cláusula de variabilidad. También se promocionarán a unas 1.000 personas.
El último punto son otro tipo de beneficios sociales, con medidas como rotaciones en la línea de producción y fuera de ella para mejorar las condiciones de los empleados, así como la puesta en marcha de mecanismos para una mejor conciliación de la vida laboral y familiar (permisos retribuidos, nuevas ayudas sociales o ampliación de las medidas de conciliación).
Valoración de los sindicatos
Ante este acuerdo, cada sindicato ha hecho su valoración al respecto. Así, desde la SIT han reconocido que, pese que siguen existiendo “divergencias”, también se han dado “importantes acercamientos”.
“La valoración del convenio debe hacerse desde un balance global, teniendo muy en cuenta la estabilidad y el compromiso con la continuidad de un sistema de producción biflujo, como garantía de empleo, en el que se desarrollarán vehículos eléctricos”, ha recogido en un comunicado.
Por su parte, UGT también ha votado ‘sí’ al documento, tal como decidieren en asamblea sus afiliados. Al respecto, Aser Sanz ha dicho que pese a que “se esperaba más”, se trata de un convenio que incluye “muchos planteamientos” de UGT. También ha asegurado que el compromiso adquirido por Stellantis para adjudicar a Vigo su nueva plataforma eléctrica, previsiblemente la STLA Small, ha sido uno de los principales incentivos, además de la mejora de las ofertas iniciales de la empresa.
“Este compromiso de la llegada de la nueva plataforma a Vigo fue algo definitivamente fundamental”, ha reconocido Sanz, en declaraciones a Europa Press.
Por su parte, CC.OO. ha indicado que, pese votar a favor, “si de su firma dependiese que el acuerdo se aprobase no dudaría en oponerse al mismo”. “Sin embargo, no tenemos la representación necesaria para bloquear la firma”, ha reconocido, indicando que el documento “no compensa los esfuerzos de la plantilla y contiene medidas como la obligatoriedad de los sábados” a los que la organización “se opone frontalmente”.
“La decisión que tomó la asamblea de CC.OO., por lo tanto, no fue si validábamos el acuerdo o no, porque a esa pregunta la respuesta era no, la decisión que tomamos fue la de defender nuestros intereses y derechos, especialmente en la del complemento de incapacidad temporal, la prima variable y en conciliaciones, entendemos que seríamos doblemente castigados si, además de que nos impongan este convenio, los mismos sindicatos que lo validan gestionaran los intereses de los afiliados y afiliadas de CC.OO.”, ha sentenciado la organización en un comunicado.
El único sindicato que rechazó el nuevo convenio fue la CUT, por la regresión “en materia económica y social” que supondrá. Vítor Mariño aseguró, en declaraciones a Europa Press, que el tope a la subida salarial es “un nuevo retroceso económico” para los empleados.